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mick mars.
—Somos amigos. —exclamó la chica.
—Pero follan. —reclamó Vince.
Ella suspiró viendo mal al rubio. —Somos-amigos, Vince.
—Pero Mick te esquinea como rata de cocina. —dijeron Tommy y Nikki al mismo tiempo, riendo.
La castaña, claramente harta y sin saber que hacer, lanzó la prueba de embarazo al suelo al borde de un ataque de ansiedad.
Mick y ella son amigos, pero Lyla está embarazada y claramente el bebé es de Mick.
Una noche, el guitarrista le dijo que no planeaba tener niños y un día después, la prueba salió más positiva que los test de drogas de Nikki.
—¡Vamos a ser tíos! —gritó Tommy.
Lyla le dió un codazo. —No apoyas, Tommy.
Mick entró tranquilo, dándole un trago a una botella de agua y cuando él chifló todos voltearon a ver como suricatas, asustados.
—¿Qué hago? —murmuró con lágrimas en los ojos.
Nikki le acarició la espalda y Vince rodeó la cintura de la chica con su brazo.
—Oiga, ¿Qué les sucede? —preguntó Mick, riendo.
Se vieron entre todos levantando los hombros y balbuceando payasadas, estaban todos nerviosos.
Lyla suspiró fuertemente, acercándose.
—Mick…
—¿Qué sucede? —preguntó haciéndole espacio en el sofá.
Lyla se sentó junto a él, y junto a ella Nikki, Tommy y Vince prestando atención a la situación.
—Somos…mejores amigos desde hace unos años y yo…te quiero y tu a mi, pero me has dejado embarazada. —habló rápidamente.
Mick devolvió el agua a la botella tosiendo un poco, viendo a la chica con ambas cejas levantadas.
—¿Me estás jodiendo? —preguntó el guitarrista señalándole el vientre.
Ella negó.
El sitio se envolvió en un silencio, donde solo es lograba escuchar las respiraciones de todos, haciendo de eso algo un tanto estresante.
Mick puso su mano en la espalda de la chica quien levantó la mirada asustada, pero lo único que recibió fue un cálido abrazo.
—Entonces, ¿Si seremos tíos? —preguntó Vince.
—Si, van a ser tíos. —respondió Mick aun entre el abrazo.
