Hope Andrea Mikaelson se sacrifica por sus amigos. Al despertar, se encuentra en un campo de batalla, en donde logra sobrevivir con sus habilidades únicas en el combate. Y entonces lo conoce a él. Alto, guapo, elegante y misterioso. Él es Keirean la...
—Finca Monique, 1 hora después de lanzar el hechizo—
Keirean avanza, firmemente. A espaldas de él, Hope le secunda, dando pasos firmes como los del marqués, con una expresión de preocupación en sus bellas facciones. Keirean llegó a la puerta y sin siquiera tocar, la abrió, observando a Carsein cuidar de su hija en compañía del medico.
— ¿Marqués? — Carsein miró al mencionado, sorprendido.
¿Cómo hizo un viaje de dos días en menos de una hora? ¿Es siquiera posible? Después, notó la presencia de Hope, quien jadea de cansancio y su expresión no es muy buena. Entonces comprendió que la castaña utilizó su magia y lo trajo a la finca Monique en un lapso de sesenta minutos. Carsein le sonrió a ella, sin darse cuenta.
—... ¿Cómo se encuentra Tia? — pregunto Keirean, acercándose a su hija.
Aristia permanece en silencio, sin decir palabra alguna.
— ¿Qué es lo que paso? — pregunto Keirean a Hope.
—... Ella se quedó a solas por unos minutos con el príncipe heredero— dijo Carsein, bajando la mirada —de repente escuche un grito, entramos y ella colapso en sus brazos— expresó —Hope ordenó traer al medico y ahuyento al príncipe heredero de la casa— pausó —no ha permitido que entré desde entonces— miró a su prometida, preocupado por las represalias en su contra.
—... Entiendo— dijo Keirean, hincándose a un costado de su hija y tomando su mano —Tia por favor, ¿Qué fue lo que sucedió? — preguntó con una suave voz —Dime ¿Qué es lo que estas ocultando? — le pregunta —no debí dejarte sola, lo siento tanto— se disculpa, llevando la mano de su hija a su frente, preocupado.
Aristia no reacciona, permanece quieta, mirando al frente. A Keirean aquella escena le rompe el corazón. ¿Cómo pudo permitir que esto sucediera? Él colocó su mano temblorosa sobre la mano de su retoño, reteniendo las lagrimas.
—... Padre permíteme— dijo Hope, acercándose hacia Aristia.
Con cuidado, Hope colocó ambas manos en ambas sienes de Aristia, relajándose ella misma. Cerró los ojos, concentrándose. Keirean observa, en compañía de Carsein. De repente, la puerta se abre, dejando ver al príncipe heredero en compañía de Haren y ambos caballeros. Hope se concentrá, comenzando a recitar:
—Mens nexum— dijo Hope, suavemente.
—Sueño—
Aristia se encuentra en un lugar oscuro, sin poder ver nada a su alrededor. Ella, confundida, comienza a caminar, lo suficiente, hasta encontrar un punto de luz. Ella se acerca, extiende su mano y lo toca. Una brisa fresca, sopló, y la oscuridad desapareció. Se encuentra en las afueras de una cabaña, rodeada de árboles. Aristia entonces, escuchó una voz, ella volteó, visualizando en la lejanía a un hombre atractivo, hablando dulcemente con una niña.
—No deberías estar aquí— dijo una voz.
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