Martín
Había sido un día realmente extraño, pero de cierto modo lo sentí mucho mejor que otros tantos. Con solo pensar que a mi lado estaba Ernesto, no podía ser malo. Seguía teniendo un poco de temor por lo que fuese a pasar si mi papá lo ve conmigo, pero si él mismo fue quien lo trajo, ¿Qué podría hacer? No sabía ni quería pensar en ello. Necesitaba relajarme, desde que todo empezó solo he sentido una carga pesada sobre mis hombros. El peso de ser el culpable de toda esta situación, de haber provocado la ruptura de esta familia y todo por no quedarme callado.
Alejé aquellos pensamientos de mi cabeza, la ensoñación había sido tranquila y sin pesadillas, ¿Por qué arruinarlo con eso? Sin embargo, escuchar susurros fue sacándome de ese pesado sueño acumulado.
—... él quiere que cenemos juntos, y eso los incluye a los dos —decía mamá.
—Será complicado, pero creo que puedo convencerlo...
—¿Convencerme de qué? —interrumpí.
Se miraron fijamente por un segundo, y después fijaron su atención en mí. En sus rostros podía ver que algo estaba pasando, o por lo menos a punto de suceder.
—¿Qué pasó? —pregunté y el miedo empezó a resurgir en mí.
—Nada, todo está bien —comentó Ernesto con una sonrisa ladeada.
—Ya casi está la cena —añadió mamá— y tu papá quiere que comamos todos juntos.
—¿Qué? —exclamé alarmado— no, definitivamente no.
—Cariño, tranquilo —susurraba Ernesto, abrazando mi cintura— no hay de qué preocuparse.
No podía evitarlo, era mi papá de quien estaban hablando. Sí, fue él quien invitó a Ernesto a la casa, recuerdo perfectamente todo lo que me dijo esta mañana, pero seguía un poco —por no decir demasiado— escéptico en todo ello.
—Mi amor —dijo mamá con calma y una suave sonrisa— sé que es difícil de procesar todo lo que está pasando, para mí tampoco es fácil y si te soy sincera, debo aceptar que mi matrimonio con tu papá está en crisis...
—Y todo por no quedarme callado —mascullé.
—No, ya es hora de dejar de buscar culpables a esto —exigió mamá— no tienes la culpa de nada, tu solo hiciste lo correcto.
—Pero todo paso por...
—Todo pasó porque tu papá no lo quiso aceptar desde el inicio —interrumpió— que ames a un hombre no te hace menos, y no por eso tenía que actuar de esa manera.
Me miraba fijamente, de esa única manera en la que trataba de convencerme de algo, de cambiar mi opinión respecto a algo y sospechaba fuertemente por donde iba el asunto.
—Pero... —continuó— tienes que aceptar que de verdad quiere remediar las cosas con ambos. Trajo a Ernesto, con ese solo hecho está haciendo un enrome esfuerzo. ¿Verlo contigo, en el mismo cuarto durmiendo juntos? Habría sido suficiente para darle un ataque, en cambio, está en la cocina preparando la cena para todos.
Era de verdad increíble, y si había pensado en ello. Pero, Ernesto tenía razón cuando dijo que el miedo me tenía paralizado. ¿Cómo me quito ese peso de encima?
—No debería meterme, pero... —dijo esta vez Ernesto— creo que, si tu mamá es capaz de darle una oportunidad, tú también podrías. Ambos fueron afectados, y con ambos está haciendo lo posible por reivindicarse. Nada pierdes con intentarlo.
—Tú... —suspiré— ¿Lo perdonaste, mamá?
—Aún no, pero le daré una oportunidad —contestó con sinceridad— sabemos que actuó de la peor manera, pero también hay que saber perdonar y ver el arrepentimiento. Y si soy sincera, aún tengo algo de miedo por lo que pueda pasar más adelante, pero se reconocer la culpa en los ojos de tu padre. ¿Lo intentarás?
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✅2. Yo, Soy Tuyo (Bilogía Mío)
RomanceLa historia de Ernesto y Martín aún no termina, todo lo contrario, apenas está empezando. Los verdaderos obstáculos están por llegar a sus vidas, problemas que pondrán en la cuerda floja su relación. Porque, aunque todo parezco color de rosa, manten...