Nuestra Pequeña Princesa

Capitulo 12

A L E X A

Ahora es mi turno de hacerlo disfrutar.

Lo beso juguetona, me pongo a ahorcadas de él, voy bajo mientras continuo besándolo le devuelvo sus marcas en el cuello como el me hizo, muevo mi cadera de arriba a abajo.

Suspira y sus manos aprietan mi cintura.

Sigo dejando besos hasta llegar a su zona V y lo miro como tal cual lo hizo él, con mi mano derecha agarro su miembro y comienzo a moverlo de abajo a arriba.

Como si fuera una paleta de dulce le paso la lengua, cuando llego a la punta la meto a mi boca paso la lengua, y lo saco de mi boca.

Por su parte se escucha un gruñido.

- ¿Te gusta daddy? - habla con un tono de voz dulce y angelical.

- Me - suelta un suspiro ya que volví a meter su pene dentro de mi boca - fascina diablilla - gime.

- Me alegro - toco sus testículos y los masajeo.

Con sus manos toma mi cabeza y la lleva a su miembro lo cual con mi boca lo recibo y él comienza a moverla por mi.

Me cuesta un poco meterlo todo en mi boca sin que me den arcadas o me falte aire pero lo logro.

Con la ayuda de mi mano, exploto en mi boca, con un gemido de su parte.

Trago el semen que puedo y luego paso mi lengua por su miembro para limpiarlo, una vez levanto mi cara para mirarlo, me hace sentarme sobre él y me besa, fue un beso con amor.

- Te extrañe tanto amor - susurra en mi oído.

- Yo también Dami, como quisiera volver el tiempo - me vuelvo a acostar sobre su pecho.

- Duerme princesa - besa mi frente.

- Te amo - susurro muy bajito mientras bostezo.

- Yo también pequeña traviesa - acaricia mi espalda.

Que noche tan movida, bonito reencuentro.

Caigo en brazo del mis dulces y traviesos sueños.

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El despertar entre sus brazos fue Uuf algo que necesitaba, luego de unos besos nos bañamos juntos.

Hasta que la magia termino, y volvi a mi habitación a cambiarme y buscar a mi hija.

Ahora estamos desayunando todos juntos, Francisco dijo que los pequeños se portaron muy bien.

Les dimos tete a los dos, a Sam de sabor a vainilla y al pequeño de leche nomas ya que no le gusto con sabor.

- Nos iremos luego de almorzar - confirma Damián.

Llegando a mi habitación, agarro mi celular que no lo he revisado desde ayer por la tarde.

Mensaje:

Que Familia más bonita, Damián, su hijo y tú con tu bastardita.

Disfruten mientras dure este amor.

No entiendo que sacan con enviarme estos mensajes, ya ni se quién puede ser.

Golpean la puerta - Mommy vamos a la playa - grita Esteban.

El apodo que me puso es por lo de ayer.

¡Aay Dios!

Se llevarían muy bien él y Facundo, los presentare algún día.