𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟮: 𝐉𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐃𝐄 𝐌𝐄𝐒𝐀 🌺

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La pequeña Nia de ocho años, se encontraba sentada en el sofá de la casa de los Weston-Wallis. Con el codo sobre el costado de éste, apoyando su cabeza en su mano, sin nada que hacer por lo que seguía aburrida.

Hace meses Peter se había mudado a otro país por lo que se le había terminado la diversión. De verdad lo extrañaba al ser su mejor amigo, ahora sólo tenía que estar sola con su hermano y su primo.

— ¿De verdad? —preguntó Bret llegando con ella, viendo todas las cartas de la baraja inglesa por el suelo. — ¿No pudiste tener un poco más de paciencia?

— Solitario es aburrido, yo quiero jugar otra cosa. ¿Qué te parece si vamos a ese arcade que está en el pueblo? —sugirió volteando a verlo, dándose cuenta con la seriedad que la veía, miró al suelo notando las cartas tiradas por toda la alfombra que están alrededor de la mesa. — Perdí, ¿upss..?

Bret dejó el juego que traía sobre la mesa para cruzarse de brazos y mirarla fijamente.

— Debes dejar de molestarte cuando pierdes en algo, no vas a ganar todo mientras vivas. Tienes que aprender a perder. —comentó en modo de regaño.

Nia rodó los ojos sin hacerle mucho caso, miró el juego de mesa que dejó, notando que eran de más de dos jugadores. Frunció el ceño, normalmente ellos eran los únicos que jugaban.

— ¿Por qué ese juego de mesa? —lo miró desentendida. — Siempre jugamos Conecta 4.

— Seremos nosotros tres y Heather, junto con Donna. —avisó. — Ella es nuestra amiga, no pasa tanto tiempo con nosotros y creo que... Sería algo bueno que la invitaramos a jugar.

— No me agrada Donna y, Bret, ella no es parte de la familia. —recordó poniéndose la mano a un lado de la boca, con tal de hablar más bajito. — ¿No deberíamos hacer la noche de juegos en algo familiar?

— No sé si eso sea algo bueno, ya que... Tenía planeada una gran noche. —comentó fingiendo incomodidad.

Nia se dejó caer nuevamente en el respaldo del sillón, soltando un resoplido al no causarle tanta emoción. Bret sonrió para acercarse a ella y sentarse a su lado, apoyó sus manos en los hombros de la menor.

— Por favor, Nia. Intenta llevarte mejor con ella, es nuestra amiga. —pidió, notando como la rubia asentía sin importarle mucho. — ¿Lo harías por tu primo favorito? —alzó las cejas, sabiendo que no se podía negar a eso.

𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐘𝐨𝐮𝐫 𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora