𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐘𝐨𝐮𝐫 𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬

𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟰: 𝐄𝐓𝐀𝐏𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐄𝐁𝐑𝐈𝐎 🌺

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Ya llevaban un rato en ese club nocturno, mientras que los adultos seguían negociando sobre la compra del lugar, los adolescentes se encontraban en otra mesa alejada de ellos, o más bien, justo por la barra.

No tenían de qué preocuparse, por ese día el club estaba exclusivamente para los dueños, y los Parker's.

— ¿Estás segura de que no nos van a regañar por esto? Si no aceptan el trato mi padre me va a matar. —habló Peter sentado en uno de los bancos.

— Relájate, eres el futuro heredero de este club, debes de familiarizarte con él así que no es nada malo. Nos estamos divertiendo. —despreocupó la rubia tomando algunas botellas de alcohol, vasos que necesitaba y unos que otros ingredientes. — Te enseñaré a ser menos aburrido. Con un poco de alcohol. —le guiñó el ojo divertida.

— Oh no. No tomo mucho, sólo tomo vino pero porque mis padres me dejan tomar eso. Jamás he bebido algo más, o no en exceso. —se negó ante lo que dijo.

— Aburridoooo. —Leah rodó los ojos después de su respuesta. — No serás así toda la vida, ¿o si? Porque tendrás que irte acostumbrado a beber cualquier cosa, vivirás la mayor parte del tiempo estresado y el alcohol es bueno para el estrés. —informó.

— ¿Y en dónde descubriste eso?

— No importa, lo leí y es verdad. —le restó importancia con un ademán, terminando de poner todos los ingredientes que necesitaba sobre la barra.

El castaño la miró sin estar completamente de acuerdo o seguro de que estuvieran haciendo lo correcto. Aunque no entendía por qué ahora sí quería hacer algo bueno cuando la mayor parte del tiempo se la pasaba ignorando las reglas. Tenía un cambio de pensamientos en esas situaciones.

— Ahora presta atención, deberás aprender a preparar todo tipo de bebidas y yo te ayudaré en eso. —prometió. — Por si lo necesitas saber algún día.

— ¿Por qué querría saber cómo preparar todo tipo de bebida? —frunció el ceño sin comprender eso. — Puedo pedirle a mis empleados que la preparen por mí y ya, no es tanto el problema.

— Aagh, ya vi que no entiendes fácil. —se quejó. Peter se quedó más confundido de lo que ya estaba. — A las chicas les gusta que los hombres sepan preparar lo que ellas pidan, o mejor aún, cuando les hacen una bebida sorpresa. Así que si algún día piensas impresionar a una chica debes de prepararle una bebida, no pedirle a tu empleado que lo haga o se terminará enamorando de él, o cayendo ante sus encantos. —añadió, terminando de darle su explicación.