𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟱: 𝐏𝐑𝐔𝐄𝐁𝐀 𝐃𝐄 𝐇𝐎𝐌𝐁𝐑𝐄 🌺

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Justo cuando los dos castaños salieron de aquella mansión, se dirigieron a lo que era la fuente que hacía ver la fachada aún más prestigiosa de lo que ya era. Mientras que Donna se sentó en esta para no cansarse después, el chico se quedó de pie porque no tenía otra opción, no debía ensuciar su traje, eso era lo que a cada rato le repetían sus padres.

— Bien, ¿de qué quieres hablar? —fue directo al grano sin muchas ganas de hacerlo, pues sus conversaciones con ella nunca terminaban bien, o no de la mejor manera.

— Del hecho de que pienso que mentiste sobre lo de tu primer beso. —contestó ella con una sonrisa segura al sentirse superior a él en esos momentos, Peter se quedó en silencio por unos segundos para mirarla después. — No te quejaste, significa que estoy en la razón y de que mentiste. ¡Lo sabía!

— ¿Qué? No, por supuesto que no fue ni es mentira. Yo besé a Charlotte Anderson, pero lo que me sorprende es de que estés tan interesada en saber cada detalle de mi vida. —admitió con el ceño fruncido. — Así que ahora respóndeme tú. ¿Por qué estás tan obsesionada con mi vida?, ¿que acaso te gusto?

A la castaña se le formó una mueca de disgusto de inmediato sin ni siquiera querer imaginarse que eso fuera posible, aunque disfrutara de molestarlo, nunca había sentido ningún sentimiento hacia él más que el de amistad pero al parecer lo tenían bien perdido en esos momentos.

— ¡Iugh, no!, ¡por supuesto que no! —negó asqueada ante la simple idea. — No te creas el más galán, Peter, el hecho de que te moleste por lo que hagas en tu vida no significa que me importes de esa manera. —bufó cruzandose de brazos.

— ¿Importe? —preguntó poniendo más atención en esa palabra que en todo lo que le dijo, la miró con una sonrisa burlona. — ¿Acaso te importo, Sweett?

— Déjate de ilusiones, Parker, es sólo una palabra. —resopló ante su forma de bromear. Éste se aguantó una risa a lo que la chica exhaló aire teniendo que empezar de nuevo en donde se había quedado. — Entonces... Según tú, la historia que contaste es real. No suena muy real porque haces ver a Charlotte como alguien fácil, y suena demasiado falsa para mí. Yo creo que la creaste en ese momento para evitar pasar una vergüenza o para causarle celos a alguien. —comentó obteniendo de nuevo esa sonrisa de triunfo al notar los nervios del castaño.

— ¿Celos?, ¿vergüenza? Pff, claro que no. Ni siquiera sé de dónde sacas todas esas ideas, hasta ya suenas más loca que Nia. —comentó con los nervios corriendo por sus venas, comenzando a caminar de un lado al otro sin darse cuenta de esto. — Sólo conté la verdad porque era un juego de mesa que parece para parejas en vez de amigos. Quién sabe por qué Bret tenía ese juego en su casa.

𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐘𝐨𝐮𝐫 𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora