Soul: La loba de la Luna

Capítulo 12: Reencuentro inesperado.

+P.O.V:BLAKE+

Ensillo a mi caballo tormenta para el viaje que me espera. No se cuanto tarde en encontrarla, pero lo haré.

El resto del clan no se ha tomado bien mi renuncia, pero no pueden hacer nada para cambiar mi opinión. Douglas y Celestine quedaran a cargo y sus betas van a ser Maximus y Lindsey. El resto continuara con sus antiguos puestos. De alguna forma creo que estarán mejor sin mí. Yo soy demasiado agresivo e impaciente para ser un buen Alpha. Recuerdo una vez que Zach se fracturo una pata porque le dije que era demasiado cobarde para saltar desde una roca que yo pude saltar. O la vez que le di un golpe a Hans cuando estaba furioso porque había una extraña en la mansión, que al final resulto ser mi Mate.

Le doy un trozo de manzana a mi caballo, para después montar en él. Salgo del establo con la espalda recta y firme. Un vehículo a motor es más rápido, pero llama demasiado la atención con el ruido, en cambio, el caballo, es más sigiloso. Incluso he envuelto sus patas en bolsas para evitar el sonido de sus herraduras sobre el piso.

Gran parte de mi ex-manada me recibe en el exterior para despedirse de mí, sin embargo, yo estoy seguro de que volveré. Y con Soul a mi lado. Celestine se acerca a mi caballo mientras que Douglas, Hans, Max y Lindsey.

-Por favor Blake, cuidate. Te deseo un buen viaje.-

-Gracias Celestine. Por todo.- contesto. Ahora ella es una Alpha y yo un lobo solitario vagando por el mundo buscando a su mate.

-Eres bienvenido aquí cuando te plazca. Si decides volver te recibiremos con los brazos abiertos.-

-Gracias. Hasta pronto a todos.- digo mirando al resto. Golpeo con mis talones al caballo, y este, con un relincho, parte al galope por las callejuelas de la ciudad.

No escucho los golpes de las herraduras contra la piedra y sonrío. Por suerte han funcionado las bolsas.

No tardo mucho en entrar en el bosque, en el cual tengo que bajar la velocidad para evitar chocar con los árboles.

Llego al último lugar que vi a Soul: la cabaña de la manada. Bajo del caballo rápidamente para que con mis dedos raspe un poco de la sangre seca de Soul. Olfateo el líquido rojizo para poder seguir el rastro de gotas que ha dejado. Con ya tener el aroma en mi cerebro, puedo seguir la sangre sin siquiera verla.

Estoy listo para viajar toda la noche si es necesario. Y si encuentro a uno de esos lobos negros, lo asesinare con solo un disparo en la cabeza. No me gustan las armas de fuego, pero en ciertas pueden ser muy útiles.

-No esperabas que irías solo ¿verdad? Yo también tengo cuentas pendientes con ese Jackson.- Una conocida voz interrumpe mis pensamientos. Al darme la vuelta, observo seriamente a Jade acariciando el cuello de su caballo.

-¿Qué haces aquí? No tengo tiempo para tus artimañas Jade.- mascullo con sincero asco.

-He venido a vengar a mi hermano. Encontré su cádaver oculto en unos matorrales después de la huida de Jackson. Además creí que tal vez necesitarías ayuda, y no soy la única que pensó eso.-

-¿A qué te refieres con eso?-

-Bueno, al parecer no eres el único que quiere a esa loba llamada Soul -Me da la espalda y grita. -¡No es necesario que sigan escondiendose, él ya lo sabe!- Frunzo el ceño fastidiado de que me este jugando una broma, pero entonces dos lobos idénticos se salen de la oscuridad de los árboles. Son Fox y Forest. No obstante no son los únicos. Detrás de ellos aparacen dos lobos de pelaje café claro que se diferencian por su sexo, tamaño y color de ojos, teniendo el macho un color dorado, mientras que la hembra un color marrón. Zach y Blue. Los primos Flash.