Capitulo 8

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Ashley





Bueno todo empieza cuando mi Padre muere por un supuesto accidente de tránsito, o eso es lo que nos hicieron creer.— Digo con mi mirada perdida, no quiero mirar los ojos de Dan, así que sigo contando todo.— Éramos muy pequeños con mi hermano, pero unos años después Mamá encontró a un hombre que le devolvió la alegría, esa sonrisa que solo mi papá podía sacar...




"— Pasaron los años y el hombre era muy amable, delicado con todos nosotros, nos sacaba a pasear, comer helado y nos regalaba miles de cosas. Nunca nos importó lo material con mi hermano solo era la intención que el tenía, ni siquiera era nuestro padre y se preocupada como uno.— Suspiro al recordar todo.— Hasta que diagnosticaron a Mamá de Cáncer, ella pasó sus últimos meses en el hospital no nos dejaron verla, ni siquiera pude despedirme de ella... nuestro padrastro se encargó de nosotros ya que mis abuelos con la noticia de mi mamá fallecieron, solo nos quedaba el.



— Y aquí comienza toda la mierda que nos causó esa basura, sabes lo desesperada que estaba de un día no volver a ser libre o seguir viviendo...



— Tranquila pequitas, todo está en el pasado.— Me dice mientras entrelaza su mano con la mía, dándome algo de apoyo.— Si no quieres seguir lo entiendo, cuando estés lista.



Sonrió ante su preocupación pero ya no hay vuelta atrás, tengo que seguir y superar todo mi pasado.



— La primera vez que me golpeo, fue a los 10 años, ese día solo estaba jugando con mi hermano y él comenzó a llorar por qué extrañaba a mamá.— Digo con una sonrisa triste.— El lo iba a golpear con un bate, yo me puse entre medio para recibir los golpes, quede con unos grandes moretones en todo mi cuerpo y una cicatriz en la espalda.— Digo subiendo mi polera para que la pueda observar, Dan está completamente tenso y sus ojos oscuros llenos de ira, dolor y enfado.— Esa la provocó cuando me tomo del cuello y me tiro sobre una mesilla de vidrio, pero no dolió tanto...



— Como que no dolió, Ashley mira lo que te provocó ese hijo de puta.— Dice mientras se para muy rápido del sillón, camina de un lado a otro negando con su cabeza. Al ver mi cara sabe qué hay muchas cosas más.— ¿Hay cosas peores verdad?



— Resumiré algunas partes, por ejemplo cuando casi pierdo la vida... .—Digo con una mueca triste, él se para en seco.



— ¿Que tu que? ¿Como te golpeo Ash?.— Pregunta muy serio, si solo hubieran sido golpes.



— El transportaba y vendía todo tipo de drogas, pastillas y mucha hierba.— Comienzo a hablar con la atenta mirada de mi acompañante.— Y cómo todo idiota que vende, necesita probar si es bueno o no, y yo era su ratón de experimentos.



— "Ese día golpeo a Aarón, yo solo tenía 15 años.— Hago una mueca al recordarlo, en ese entonces los ojos azulados ya estaban cuidándonos y si no fuera por qué Aarón lo llamo yo estaría muerta.— Yo nunca quería probar nada y me ganaba una pálida, pero esta vez la paliza se la llevó el.— Sonrió al recordar cómo quedó.— Su hijo nos ayudo a mi y a Aarón, él me enseñó todo sobre el boxeo y esa vez puse todo lo aprendido en práctica. Solo que él tenía un poco más de resistencia que yo, me agarro del cuello y me metió una droga, luego de eso comenzó a meter más droga en mi sistema. Fue una desesperación tan grande que no sentía como me golpeaba, Aarón lloraba y mi alma se quebraba en mil pedazos, él solo era un niño...



— Y tu una niña Ashley.— Dice con voz algo temblorosa, que lo intenta tapar con un carraspeo.— Nadie merecía ese trato.



— Pero...yo... .— Comienzo pero él me corta, y toma entre sus manos mi rostro. Besa mi frente, nariz y con ternura cada uno de mis ojitos con lagrimas.



— Tu nada Ashley, eres una chica muy fuerte y valiente.— Dice para abrazarme con toda su fuerza pero no tan drástico.— Por eso te admiro todo el sacrifico que hiciste por tu hermano, pequeña.



Acaricia mi espalda con ternura, aspiro su aroma de menta y su fragancia de hombre. Y sin darme cuenta quedo completamente rendida en sus brazos, escuchando sus latidos algo relajados.







[...]






Me despierto algo desorientada y observo en donde estoy, me encontró en mi habitación. Siento que algo se mueve a mi lado y me atrae hacia el, observo a un tranquilo Dan con su pecho en un vaivén calmado, sonrió al ver que no se fue corriendo y que esas bonitas palabras del chico rudo eran verdad. Sin hacer ruido me levando y quito su mano de mi cintura, haciendo que el gruña pero sin despertarse. Observo la hora en el reloj de mi mesita de noche, son las 04:30am de la madrugada y yo me vuelvo a desvelar.



Me encamino hacia el living a paso tranquilo, voy por un poco de agua a la cocina y mientras bebo tocan a la puerta. A paso dudosa voy a abrir, encontrándome con un muy viejo amigo y no en un muy buen estado.



— ¿Nick?.— Digo en shock, es un completo desastre. Tiene unos muy buenos golpes, un poco de sangre y gracias a dios no tiene alcohol.



— Hola muñeca.— Dice con su encantadora sonrisa, lo tomo del brazo y lo tiro al sillón. Siempre llega en los peores momentos.— Me echas una mano, muñeca.




— Maldición Nick, no te veo desde hace mucho tiempo.— Le digo negando con la cabeza.— ¿Qué mierda te sucedió ahora?


Voy al baño en busca de un botiquín, cuando regreso lo encuentro bebiendo mi botella de tequila. Hago una mueca y golpeo su cabeza, recibiendo una queja de su parte, cual ignoro y bebo un poco, si es temprano pero creo que lo necesito y mucho.



— ¿Desde cuando bebes, muñeca?.— Pregunta confundido, bueno deje de beber por un tiempo y no me funciono muy bien. No es que beba todos los días, solo cuando lo necesito.



— Desde que un idiota se metió en mi departamento, ahora quédate tranquilo.— Le digo algo mal humorada.— ¿En que estas metido, Nick?



— Lo mismo de siempre, muñeca, solo que volví a estos lados.— Dice quitándole importancia, sigo limpiando sus heridas mientras que el, sigue hablando de todo.







[...]








Termine de curar las heridas de mi fortachón amigo, solo nos demoramos unos minutos con los que el me hablo de miles de cosas. Pregunto sobre mi vida al igual que yo de el, volvió a sus andadas de Boxeo, de ese mundo lo conozco y es un fiel amigo.


— Espero que no desaparezcas esta vez.— Digo en la puerta.


— Lo prometo, muñeca.— Dice besando mi mano tiernamente con dulzura.— Gracias por todo Ash, nos vemos pronto.— Dice marchándose, cierro la puerta con una linda sonrisa, es bueno volver a verlo.


Ordeno las cosas y boto los paños con sangre, ya todo listo y mis manos lavadas me siento a pensar todo lo sucedido en mi vida.


— Bonita... .— La voz ronca de Dan me devuelve a la realidad.— Vamos a dormir.

Merry & Bright ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora