𝗯𝗹𝘂𝗲 𝗯𝗲𝗮𝗿 ♡̸ chansung

1O - 𝙀𝙑𝙀𝙍𝙔𝙏𝙃𝙄𝙉𝙂 𝙄𝙎 𝘽𝙇𝙐𝙀˖ 𓂃

Chris se vistió una vez tomó una corta ducha y sintió ardor cuando la tela de su remera rozó con los rasguños que Jisung le había hecho en la espalda la noche anterior.

Sonrió para sí cuando recordó los ojitos azules llenos de lujuria de Han.

Éste dormía plácidamente, abrazándose a su almohada.

El peliblanco bajó las escaleras encontrándose con Félix, Changbin y Jeongin limpiando y rió por ello.

━Binnie, ¿me prestarias tu coche?

El de cabellos negros hizo a un lado la escoba y buscó las llaves de su auto, no iba a negarse a un favor tan simple como ese.

Chris le agradeció y minutos después salió hacia la ciudad.

No sabía bien donde encontraría lo que necesitaba comprar pero tenía toda la mañana para hallar el lugar correcto.

Recordaba a la perfección cada color de aquellos peluches.

Amarillo.

Naranja.

Rojo.

Rosado.

Celeste.

Verde agua.

Y necesitaba dos colores más: violeta y azul.

Azul.

Aquel color comenzaba a obsesionarlo.

Todo por culpa de Jisung.

Sus ojos eran azules o celestes, en fin, similares.

Su cabello era azul.

El contorno de las mariposas que tenía tatuadas era azul.

Su color favorito era el azul.

Todo era azul.

Chris recorrió tiendas durante toda la mañana e increíblemente encontró lo que necesitaba.

Para cuando volvió a la casa, guardó lo que había comprado en su mochila y aprovechando que Jisung aún dormía y los demás seguían bastante concentrados en la limpieza del hogar, fue en busca de los últimos objetos que le hacían falta.

No era demasiado porque el factor importante sería la noche.

La noche, su oscuridad y la perfecta decoración de los astros.

Y Jisung, claro.

Por cierto, cerca del mediodía, el peliazul despertó extrañandose al no encontrar a Chris a su lado.

Sin embargo, recordó que su mayor no solía dormir demasiado y no le dió muchas vueltas a ello.

Pero fue inevitable que las imágenes de la noche anterior no se reproducieran en su mente.

Incluso podía asegurar que extrañó la sensación de tener a Chris sobre su cuerpo.

O el sentir sus labios besar insistentemente las zonas en las que su cuerpo estaba marcada por el tinte azul.

Suspiró y con un molesto caminar fue hacia el baño donde tomó una larga ducha.

Secó su cuerpo, se posó frente al espejo y apreció las marcas violáceas en su abdomen, repasó las mismas con la yema de uno de sus dedos y sonrió.

Luego de vestirse, quitó las sabanas sucias reemplazandolas por un juego limpio y salió de la habitación con un bollito de telas en mano.

Bajó las escaleras y se encontró con la casa vacía.