Capitulo VIII

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Cada vez que lo veía, cada vez que lo olía, tan solo el hecho de sentir su presencia, Shu sentía que no podia soportarlo mas, Reiji era como una droga para el, el deseo de querer probar su piel, su insípida sangre, era tan insoportable no poder tocarlo, pero lo había prometido, ya no lo molestaría mas, lo único mas problemático después de tener que soportar no tocar a Reiji, era hacer tarea.

- Después de esta formula debo hacer otra... que molestia - decía Shu aburrido, sentado frente a su escritorio.

El próximo cabeza de la familia Sakamaki se encontraba en su cuarto luchando contra su pereza para poder hacer sus actividades, sabia los procedimientos, pero tenia mucho sueño y el pensamiento de Reiji en su cabeza lo mareaba, simplemente no podia parar de pensar en el. 

La ultima semana había sido bastante dura, el escuchar la voz de Reiji sin poder echársele encima fue bastante agotador, ¿por que siempre que lo ignoraba pareciera que Reiji rogaba por su atención?, su hermano menor estaba mas irritado de lo normal, todo lo hacia enojar sin mencionar que regañaba a Shu por cualquier cosa, incluso por estar sentado en el sofa, así es, sentado.

Unos golpes en su puerta lo sacaron de sus pensamientos,  no sabia si seria bueno dejar pasar al individuo que estaba tras la puerta, pero de igual forma entraría, sabiendo lo terco que era. Shu tomo una gran bocanada de aire, preparándose mentalmente para aguantar las ganas de siquiera mirar a su hermano.

- ¿Que quieres? - pregunto Shu desde su lugar, con la voz mas seca y desinteresada que pudo hacer.

Sin responder, Reiji abrió la puerta de la habitación, con una taza de te en las manos, Shu reconocía esa taza, era la favorita de Reiji.

- Te traje una taza de te - dijo Reiji aparentemente tranquilo, cerrando la puerta tras de si - Para que estudies mejor, ya que te has comportado bien esta semana, pensé en que podia traerte algo por tu esfuerzo.

Shu levanto una ceja sin dejar de observar la taza en las manos de su hermano, que se la extendió para que la tomara. El rubio se removió en su asiento y tomo la taza cuando Reiji estuvo a lado de el, la observo, olía a menta y tenia el color de un te normal, pero Shu sabia lo que era, observo el rostro de Reiji, parecía normal, pero el mayor no se tragaba el cuento, el mayor se preguntaba si Reiji lo creía tan tonto como para esperar que se lo tomara sin sospechar, pero muy en su interior, los dos sabían que ese momento algún día iba a llegar, conscientemente Shu lo aceptaba y Reiji, inconscientemente, sabia que su hermano lo bebería sin chistar.

- Gracias - dijo Shu sin expresión o emoción en su voz - Así que por fin decidiste hacerlo.

El rubio simplemente miro la taza sabiendo su contenido y la bebió, estaba muy caliente, pero lo bebió todo de un sorbo, mientras mas rápido mejor. La taza cayo al suelo rompiéndose, Reiji lo observaba inexpresivo, Shu se llevo las manos a su propia garganta por instinto, luchando por respirar, el veneno en el que Reiji tantos años había trabajado funcionaba, Shu se estaba muriendo.

***

- Miren quien se digno a salir de su cueva - dijo Yuma burlesco, dejando la leña en la entrada y acercándose hasta donde Subaru, que estaba a lado de la chimenea cubriéndose con una manta - ¿Ya me vas a decir que te pasa?, ceria que ya habíamos arreglado las cosas...

Lo ultimo había sonado un tanto dolido para Subaru, tal vez ya podría decirle lo que le sucedía, ya que se sentía mejor.

- Así es, no te lo tomes personal, solo tuve un pequeño resfriado - dijo Subaru avergonzado, pero sonando bastante firme.

- ¿Resfriado?, somos inmortales, ¿como demonios te va a dar un refriado? - pregunto Yuma incrédulo - mas tu que eres pura sangre.

Subaru suspiro, y se abrigo mas con la manta, aun le dolía un poco la cabeza.

Sick taskDonde viven las historias. Descúbrelo ahora