Nos duchamos lo más rápido que pudimos luego nos vestimos con nuestros uniformes, así es como leen, usamos una falda de color negro al igual que nuestra corbata, una camisa manga corta blanca y unas calcetas de color negro, y como no olvidar los zapatos negros. Al menos podemos ir con el chaleco que queramos. Aunque nuestras familias eran de dinero nos pusieron en este internado ya que ellos quieren que estudiemos y no hagamos travesuras.
-¿Estás lista Sofia?, ya se hace tarde- dice mi amiga, bajamos las escaleras hasta llegar al primer piso- No alcanzaremos a desayunar aqui- dice tomando dos botellas de bebidas, dos manzanas y un pedazo de pastel para cada una.
- recuerdame darle las gracias a Maria, amo su comida- digo quitándole de la mano el pastel de chocolate y dándole una mordida. Cuando nos subimos a la limusina el chofer... el guapo chofer de la Fran nos llevaba a nuestro primer día de clases.
- Ya estamos llegando al internado- dice la Fran, cuando la limusina para frente a la puerta de entrada nos despedimos y bajamos- ¿pero que pasa?, ¿Sofia estas segura que hoy comenzaban las clases?.
- Claro que si, ¿Quién crees que soy?- pregunto mirándola enojada- ¿tú? - Pregunto riendo.
- Ja ja ja que chistosa, ¿entonces porque rayos no hay nadie?, ven entremos a preguntar que sucede- dice ella.
- Esta bien vamos y después llamemos a Thomas ¡por favor!.
-Guauuuu ese chico te dejo locamente enamorada, vamos dime yo se que te acuerdas de algo, los borrachos siempre recuerdan cosas -dice ella poniendo cara de cachorro hambriento.
- Como dices eso tonta no vez que alguien te puede oír.
- Como me va a oír alguien ridícula ¡No hay nadie aquí !, ¡ Nadie! -grita ella y me doy cuenta de que es verdad, el lugar estaba completamente vacío - Y sabes lo peor de todo es que no sabemos si te lo metieron.
- ¡cierra la boca! - grito enojada rogando porque nadie escuchará.
-Sofia sacaste la voz- se pone a reír, en ese momento me dieron ganas de pegarle un combo pero apareció la directora de la nada.
-Señorita Daniels y Señorita Williams ¿Por qué están metiendo ruido?, ¿acaso no saben que los demás estudiantes ya están en sus salas de clases?.
-¿Qué? - pregunto dudosa - ¿Cómo pueden estar en las clases?, pero si a esta hora usted está dando un discurso.
- Señorita Daniels eso ya paso hace una hora pero si esta tan interesada le diré que me alegra verlas, ojala este año sean capaces de.... - comenzó a decir y yo no tenía ganas de escuchar su estúpido discurso con esta resaca.
-Claro directora como usted diga pero ahora nosotras tenemos que ir a clases, adios - dice la Fran, mientras toma mi brazo y nos salva de esa mujer.
-Me debes una grande, nos hemos salvado de escuchar el discurso que dice cada año- dice ella mientras caminamos hasta estar a unos pasos a Dirección- Además, aún nos falta pedir nuestros horarios.
-Tienes razón hay que darnos prisa, mi cabeza duele demaciado.
(...)
Cuando por fin nos dan nuestros horarios y nos enteremos que no iremos a la misma clase nos despedimos rápidamente para no llegar tarde, diciéndonos que nos juntaremos en el receso, cuando tocan el timbre, salgo rápidamente de la sala y camino para encontrarme con mi mejor amiga.
- hola nena - escucho que dicen en mi oreja, me doy vuelta para ver quien es, pero me quedo mirando esos ojos de color azul.
-Hola- le saludo, trato de recordar quien es pero me es imposible, debe de ser nuevo. Sus cejas eran tan negras que cualquier mujer le tendría envidia y ese cabello de color marrón, el chico era lindo pero siento que algo malo traé.
-Me llamo Ariel y tu debes de ser Sofia - dice él, además de guapo inteligente. ¿pero como sabia mi nombre?, claro no era la chica mas destacada ni menos la mas desordenada pero justo cuando iba a decir algo, él me da un beso, pero lo empujo y a la vez quedo confundida - ¿Te gusto nena?
-¿Qué te pasa idiota?, ¿quien te ha dado el derecho a besarme? - Pregunto molesta, él se pone a reír, mis ganas de golpearon aumentaron.
-Me dijeron que eres la chica más deseable del internado ya que siempre rechazas a todos- dice y frunzo las cejas enojada- lo siento nena, se que soy irresistible pero no eres la única de este lugar que necesita ser besada- dice mientras me guiña un ojo y comienza irse.
-¿Y tú quien te crees que soy?, ¿una maldita zorra?- digo enojada caminando tras él, lo tomo del brazo y lo soy vuelta, lo golpeó tal fuerte como puedo hasta sentir mi mano sangrar.
-¡Señorita Daniels!- escucho la voz de la directora- ¡Salga inmediatamente de encima de mi hijo!- vuelve a gritar, ¿Que mierda acabo de oír?.