-pues- el trata de decir, ¿es que a caso el no entiende un chiste?- ambas- contesta sonriendo.
- No, no puedo.
-¿Qué?, ¿Por que?- pregunto serio.
-Estoy castigada idiota, además de suspendida y tú deberias de estar en clases.
-tienes razón, pero tus padres no están y...- comienza a decir pero no lo dejo terminar.
-Mira Thomas no puedo y punto, si te molesta puedes ir tú.
-No, mejor me quedo- dice mientras me sonríe conqueto- tengo una mejor idea ¿Qué tal si pido una pizza?- pregunta y yo asiento- ¿De qué te gustaría comer?.
-De lo que sea, tú solo pide.
-Esta bien - dice y se aleja para poder llamar, cuando termina de hacer la llamada se acerca al sillón que tengo frente a mí.
Luego de unos minutos él se acerca a mi he intenta besarme pero no lo dejo, él resignado me lo da en la frente.
-¿Te puedo preguntar algo?
-Claro.
-¿Yo te gusto?- pregunta serio.
-No lo se- respondo sincera.
-Esta bien- dice triste. Suena el timbre.
-Yo ire- le digo seria- ¡Genial, pizza!- abro la puerta- Hola ¿Cuanto es?- pregunto mientras busco el dinero de mi bolsillo- ¡Mamá!- grito asustada al ver quien es.