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-Pero si el me dio un beso- digo soltando a él idiota que tengo frente a mi, ella membrana con cara de no poder creerme y él aunque tuviera todo el rostro hinchado por los golpes sonreía de oreja a oreja- pero como es su hijo no me creerá- le digo con odio.

- Vamos a la dirección hablaremos con mas calma - dice ella y comenzó a caminar a Dirección, todos nos miraban ¡maldición mis padres me mataran!.

-madre claro yo no he hecho nada- dice él apenas entramos- Yo nunca antes había visto a esta chica y tu sabes que yo no sería capas de eso- dice, al escuchar eso más eran las ganas de partirle su rostro, aunque ya lo haya hecho.

-¿Qué?, ¿Cómo puedes mentir de esa manera?- digo mirándolo con odio- me dijiste que hiciste eso porque te habían dicho que yo era la chica mas deseable y lo peor de todo es que seguirás dándole besos a otras chicas por la misma razón, pero claro como tu madre es la directora me suspenderá o expulsara porque tu eres un niño bueno y no haces nada-dije sarcásticamente.

- Mire Señorita, usted no puede decir ese tipo de cosas...- comienza a decir pero yo no la escucho- ¿entendió?- pregunta ella.

-¡Claro!, ¡Por su puesto!- digo mirándola ¿Qué mierda habrá dicho?.

-¡Muy bien!, ahora puede usted pedir disculpas.

-¿Qué?, ¿Usted está de broma?, yo no le pediré disculpas a nadie.

-¡Pero como puede...- comienza a hablar. Y así estuvimos unas dos horas más ya que cuando ella me dejaba hablar yo le decía que no haría nada, y termine con tres días de suspensión, llamaron a mis padres y le contaron lo que había pasado, en realidad lo que no había pasado, no quisieron creerme. Cuando llegamos a casa me castigaran, ¡pero claro! Cuando hago algo malo ellos se unen pero si es otra cosa no se hablan ni mucho menos se miran.

Me castigaron por un mes pero por lo menos solo me faltan 2 semanas para que me fuera a vivir sola. Antes de que me quitaran mi celular le mande un mensaje a la Fran diciéndole que me viniera a ver a mi casa apenas pudiera porque aunque mis padres me castigaran si podía ver a mi mejor amiga ya que ellos la querían como a una hija.

(...)

Una hora después escucho la voz de mis padres y de la Fran en el primer piso, luego de eso de escuchan pasos por las escaleras.

-Hola, ¿Cómo es eso que te han suspendido?, y lo peor de todo que te han castigado- dice mirándome seria- ¿Cómo sucedió eso?-  pregunta. Le comienzo a contar todo lo que paso en el internado, desde que ese tal Ariel me dio un beso hasta que llegue a mi casa y me han castigado- ¿Qué?, no lo puedo creer, te ha pasado lo más genial en el primer día- dice y yo la miro sería- bueno, sin contar la suspensión y que te hayan castigado pero ¿Al menos ese chico beso bien?- pregunta y yo recuerdo su beso, instintivamente toco mis labios.

-No recuerdo- digo tratando recordando pero de lo único que me acuerdo es que yo no hice nada.

- Eres una mentirosa- dice riendo- ¿Cómo no vas a recordar sus besos?.

-Yo no le seguí el beso- digo mirándola- ¿Podrías llamar a Thomas, por favor?, necesito saber lo que paso entre nosotros.

-Tienes razón- responde ella, saca su celular de la mochila y marca el número, el celular sonaba y sonaba hasta que...

-Hola soy Thomas...

-Hola soy Sofía necesito hablar contigo- digo.

-Lo siento en este momento no puedo hablar contigo, deja tu mensaje y si es importante te llamaré en seguida... PIP.

-¡Mierda!, creo que te haz quedado con las ganas de saber que sucedió ayer, amiga.

-¡Sofía abre la puerta!- escucho que gritan y golpean la puerta.

-¡Sofía abre tienes que contarnos algo!- vuelven a gritar.

-¡No puede ser!- grito- lo único que me faltaba era oír a los odiosos de mis hermanos- digo y veo como la Fran se acerca a abrir la puerta- ¡No les habrás!- grito pero ya era tarde, ellos ya habían entrado.

-Hola hermana, nos enteramos que te suspendieron por tres días.

-Y lo mejor de todo es que le pegaste a un tipo porque te dio un beso.

Esos dos idiotas que me hablaban felices por haber golpeado ha Ariel y porque me hayan suspendido son mis hermanos menores Adrián y David de ocho años de edad, que desgraciadamente son mellizos, ambos tienen el cabello castaño al igual que yo y ojos de color verde como mi padre. Aunque ellos no son tan parecidos ya que David tiene los labios más delgados y Adrián más gruesos, aunque esa sea la única diferencia también hay otra, David se peina hacia la derecha y Adrián hacia la izquierda.

-¿Qué hacen aquí, copias baratas?- pregunto enojada.

-Hola a todos- saluda mi hermano Angel entrando a la habitación. Él tiene catorce, tiene el cabello color negro como mi madre y los ojos color miel al igual que yo, tiene una novia que se llama Katrina tiene trece años de edad, es simpática aunque solo la he visto una vez.

-¿Tú también, Qué quieres?- pregunto enojada- ustedes tres juntos son unos demonios.

-Chicos, vengan a despedirse- dice mi madre subiendo las escaleras hasta llegar a mi habitación- los amo a todos- dice mirándonos a todos incluso a mi mejor amiga- hagan caso en todo lo que diga su padre, Sofía espero que entiendas que este castigo es por tu bien, querida.

-Claro, entiendo mamá- digo con sarcasmo, aunque no me preocupó mientras tenga a mi mejor amiga en casa y con su teléfono, no tengo problemas- te amo, ven a vernos más seguido.

-Lo intentare, tengo mucho trabajo- dice ella mirándonos apenada.

-Bueno, yo igual me tengo que ir y no quiero llegar tarde para que castiguen a mi también- dice la Fran.

-Entonces te aprovecho de dejar en tu casa- dice mi madre. Cuando mi madre y mi mejor amiga se marchan, yo hecho a mis hermanos de mi habitación, enojada.

(...)

-Sofía, baja a cenar- dice mi padre luego de unas horas.

-No tengo hambre- digo mirando por la ventana, amo ver el cielo sobre todo el anochecer y el amanecer. Luego de que la luna haya llegado y las estrellas con ella me dirijo al baño para darme una y luego ponerme mi pijama, lavo mis dientes y me acuesto en mi hermosa cama.

Con derecho a roceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora