Capítulo 5.- "Es extraño encontrarte por aquí"

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La tarde fluyó con tranquilidad, con la pequeña excepción de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, donde la profesora Umbridge se dedicó a castigar a cualquier persona que la contradijera en lo más mínimo

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La tarde fluyó con tranquilidad, con la pequeña excepción de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, donde la profesora Umbridge se dedicó a castigar a cualquier persona que la contradijera en lo más mínimo. A comparación de otros profesores, se comportaba de una manera más estricta, se mostraba incluso un tanto temperamental, por no decir bastante. Como si al desquitarse con la clase resolvería sus problemas.

Las páginas del libro tenían que ser pasadas con suma delicadeza, el rasgueo de las plumas en el pergamino era con un toque tan sutil y preciso, que el sonido más ensordecedor dentro del aula era el de los mismos pensamientos.

Por los pasillos rondaba el rumor de los supuestos castigos de la profesora, cada uno más macabro que el anterior. A pesar de que sus días enseñando se podían contar con una sola mano, había dejado su marca en el colegio, asegurándose de que cada persona dentro de él se percatara de ello. La mujer no llevaba tan siquiera una semana, y ya había provocado un odio inigualable al de cualquier otro ser humano que pisó la tierra. Incluso los retratos parecían coincidir con la idea.

La mañana del martes por fin había llegado, y lo que Alya consideraba como única motivación para continuar con la semana se aproximaba cada vez más. Desde su conversación con Davies, era lo único en lo que podía concentrarse, y lo único interesante realmente.

Temprano al salir de su habitación, tomó su desayuno con calma, como el día anterior, para después dirigirse a su primera clase, la cual resultó bastante interesante. La joven Nebula se encontraba extrañamente de un excelente humor, parecía que todo en el momento se encontraba a su favor, sin clase de Defensa y con la intención de practicar su vuelo al finalizar las asignaturas de la tarde.

Dando por terminada la lección, el grupo de quinto grado de Ravenclaw se dirigió a su siguiente clase doble de Transformaciones, la cual, al igual que cada año sería compartida con Gryffindor. Tomaron todos asiento, prestando atención al discurso de la profesora McGonagall, que insistía sobre la importancia de los TIMOs que se llevarían a cabo en ese periodo escolar, además de la elección de carrera, que definiría el futuro de todo mago y bruja. Terminando con su breve introducción dió inicio a su clase del día.

—Hoy vamos a empezar con los hechizos desvanecedores. Son más fáciles que los Conjuros, que usualmente no intentarán hasta los EXTASIS, pero están entre la magia más complicada que se les pedirá en el TIMO.

Uno que otro alumno soltó un suspiro de asombro, que incluía también un toque de miedo. Se repartieron caracoles para practicar el hechizo. La profesora realizó el ejemplo y les dejó toda la hora para trabajar en ello.

—La confianza— Habló llamando la atención del aula— Será su herramienta más poderosa— Volteó hacia Longbottom, esperando brindarle ánimo— A trabajar todos.

Los hechizos eran, a diferencia de lo que habían aprendido anteriormente, un tanto complicados. Exasperación e impaciencia eran los dos sentimientos predominantes entre los alumnos. Tratando una y otra vez conseguir desaparecer el pequeño caracol que tenían en frente, pero la mayoría conseguía moverlo de lugar o incluso, si tenían suerte, tornarlo un poco pálido.

nebula; ron weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora