VIII

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Después de todo lo ocurrido en el campamento y después de salvar a Bakugou e incluso que el mundo descubriera el secreto de All Might, estaba en la camilla de un hospital. Odio los hospitales, me encuentro sin voz y sin fuerza para moverme. Me esforcé mucho para ayudarlos pero no fue suficiente. Mis abuelos vinieron a la ciudad, estaban muy tristes de ver a su única nieta en tan deplorable estado, me estaban cuidando.

—Ten Aoi— lo acepté, era un plato con trozos de manzana cortadas como conejitos. Escribí en mi pizarra Gracias abuela—. Tu abuelo regreso al pueblo está mañana, tenía que solucionar unos problemas.

Yo simplemente asentí con la cabeza y ella encendió la tele y sentó en una silla cerca a mi cama, comí las manzanas la verdad es que estaba deliciosa. En eso llaman a la puerta de mi cuarto de hospital.

—Adelante— mi abuela dice dulcemente y en eso entra mi profesor Aizawa. Ah no...ni siquiera he podido peinarme hoy, seguro que tengo un aspecto horrible.

—Buenos días señora Yure— inclinó medianamente su cuerpo para ser una reverencia y se acercó a nosotras.

—Buenos días profesor— mi abuela se levantó sin dificultad era una persona muy sana, hizo lo mismo que mi profesor. Yo escribí en mi pizarra.

Hola Aizawa-sensei

—Hola Yure espero que te sientas mejor, señora necesito hablar con usted. Me alegra que esté en la ciudad y no tener que hablar con usted telefónicamente— mi profesor llevaba ropa muy elegante hoy y también tenía algo de su pelo atado.

—Claro, ¿en que puedo ayudarle?— ella se volvió a sentar y señaló una silla para que él hiciera lo mismo. Aizawa acercó la silla para que hablaran.

Básicamente le estaba pidiendo permiso para trasladarme al dormitorio porque los alumnos corren peligro fuera de la U.A, habían echo dormitorios para evitar que nos pasen cosas fuera. Mi abuela aceptó con gusto y sin pedir muchas explicaciones, me alegra que aceptará, antes era un gran gasto pagar mi pequeño piso.

—Señor Aizawa, ¿sería mucha molestia que Aoi trabajase? Es que tiene muchas ganas de hacerlo— la voz de mi abuela sonaba triste.

—La verdad es que no sé, tendría que hablarlo con el director. Pero sinceramente dudo que pueda salir de las instalaciones sin ser por fines escolares o para visitaros— el sonríe y me mira tristemente.

—Ya veo, muchas gracias señor Aizawa. ¿Puedes hacerle compañía a Aoi un momento? Tengo que hacer una cosa— él asintió y mi abuelita materna salió de la habitación de hospital.

—Yure, llevaré tus cosas directamente al dormitorio entonces. Las personas de tu edificio ya están en sus casas, tu casa ya ha sido reconstruida— asentí con la cabeza y escribí.

Muchas gracias sensei, siento estar aquí aún. Espero no haberme perdido mucho.

—No te preocupes Yure, Chiu te extraña mucho— suspiró e hizo una pausa—. Lo bueno es que no te extrañará porque yo también viviré en el dormitorio— sonrió levemente y yo no pude evitar poner mi mejor sonrisa.

Es genial sensei me alegra mucho, llega a no ser así y tendríamos que hacer custodia compartida de Chiu.

—Bueno, te tiene mucho cariño pero no es para tanto. Se me hace raro que me llames sensei cuando siempre me llamás Aizawa— se ríe y yo sonrío.

Tienes razón Aizawa.

En eso llegó mi abuela y mi profesor se fue. Es dos días me daban el alta, es decir que serían dos días muy aburridos, mi abuela había dejado todo firmado para mí salida. Por desgracia no se podía quedar más, desde el día en el que fui hospitalizada ella está aquí así que no puedo hacer más que este agradecida. Ella se despidió de mí, sin más se fue. La tele seguía encendida así que estaba viéndola, todas las noticias hablaban sobre Toshinori. Es una pena que haya tenido que acabar así, la verdad es que me cae muy bien, es una gran persona. Desde que le conocí siempre pensé que nuestros ojos tenían el mismo color, reí para mí misma y sonó la puerta nuevamente, no podía decir nada así que con todas mis fuerzas me levanté y fui a abrir. Eran casi todos mis compañeros de clase, incluso Bakugou estaba; me sorprendí mucho porque no me lo esperaba. El único que venía a verme después de todo lo que pasó era Shoto.

Te amo pesado (Aizawa Shota)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora