Te amo pesado (Aizawa Shota)

XIII

Mi mirada estaba en su cuerpo, no podía apartar la mirada de mi sexy profesor, subiendo la vista mis ojos impactaron con los suyos, verlo sorprendido es una de las mejores sensaciones de estos días.

—¡Joder Yure!— su expresión cambió a una más seria—. No entres en mi cuarto así porqué sí— se acercó a mí.

—Pero llamé Aizawa, me preocupé porque no dijo nada y entré, lo siento— miré hacia otro lado.

—¿Ahora ya no me miras Yure?— le miré a los ojos, él me sonrió pícaro.

—Aizawa... tú, no. ¿Yo te gusto?— pregunté sin rodeos— Porque a mí sí me gustas pero creo que yo a ti no, bueno, sé que yo a ti no. Y sé lo que me dirás, que no puede ser porque eres mi profesor y yo tú alumna, no te estoy pidiendo que salgamos, solo quiero saberlo— mis palabras cesaron, aunque tenía muchas cosas más que decir mi querido y sexy profesor me estaba besando, supongo que quiere que simplemente me callé, al darme cuenta de eso me separé—. ¿Estás jugando conmigo Aizawa?— me miró a los ojos.

— ¿Te puedes callar para que te dé una puta respuesta Yure?— algo avergonzada asentí con la cabeza—, yo no sé lo que siento por ti...es que simplemente hay días que me vuelves loco. No soporto verte con otros chicos, sobre todo con Todoroki. Me da rabia cuando estás junto a mí y me alteras— Eres un profesor tonto.

—Shota...tal vez me este confundiendo pero eso es amor y también celos— le abracé sonriendo como tonta.

—¿Celos? Puff para nada, tal vez si tengas razón y me esté enamorando de una mocosa como tú— correspondió por fin a mi abrazo, dios mío, siento el....de Aizawa pegado a mí. Besé sus labios con cariño y el correspondió.

— Entonces Aizawa...¿quieres salir conmigo? Si me rechazas por la razón de alumno profesor lo entenderé y no te molestaré más— le dije cuando nos separamos del beso, por favor no me digas que no.

— Yo...¿me dejarías pensarlo?— sonreí, él es adorable cuando no sabe qué hacer, supongo que tengo esperanzas.

—Claro tómate el tiempo que necesites, nos vemos en clase Aizawa— le sonreí y salí de su cuarto.

Me dirigí a mi cuarto, aún podía dormir un poco si no desayunaba. Me acosté y dormí profundamente.

(...)

Me desperté con una ligera voz que me llamaba, visualicé a Shoto cuando abrí los ojos y le sonreí.

—¿Qué ocurre? Te pueden castigar por estar aquí...— le sonreí pasando mis manos por mis ojos.

— Eres adorable recién levantada, pero llegarás tarde. Como no fuiste a desayunar como las otras chicas, supuse que he habías dormido. Si vamos rápido no nos castigarán— él sonríe y yo me doy cuenta de que mi alarma no sonó. Saqué mi uniforme del armario.

—Shoto no mires— él se dió la vuelta y me cambié rápidamente—, ya estoy. Vámonos...— cogí mi pequeña mochila, y dos gomas de pelo, mientras caminamos a clase fui haciéndome dos trenzas mientras él se reía de mí.

Llegamos rápidamente a clase, le pregunté a mi amigo con dos quirks como me veía y él dijo que hermosa, así que supongo que sí tengo bien el pelo. Nuestra suerte es que Aizawa no había llegado así que nos sentamos en nuestros asientos.

—Ustedes llegaron juntos y tarde a clase, ¿deberíamos sospechar— Mina a veces te pasas, y estás insinuando muchas cosas con las que cualquiera puede pensar mal.

— Ashido tiene razón, ¿por qué llegaron tarde?—  cuestionó mi profesor entrando por la puerta. Mierda lo sabía.

—No es nada Aizawa-sensei, me quedé dormida y Shoto me despertó— él me mira fulminante.

— Está bien, recuerden chicos que no pueden entrar al cuarto de las chicas y viceversa. Quién lo haga será severamente castigado, mientras no haya entrado está bien— dijo sin más y empezó la clase.

(...)

Después de un día largo de clases fui a ver a All Might, quería saber muchas cosas de la cuáles él tal vez tenga una respuesta para mis dudas. Llamé a la puerta de la sala de profesores y por suerte solo estaba él.

—Toshinori tengo algunas preguntas, ¿podrías contestarlas?— le sonreí y ele ofreció asiento con la mirada. Asentí y me senté frente a él.

—Claro adelante Yure— guardó algunos papeles en una carpeta.

— Sé que es extraño que te pregunte estas cosas pero es que mis abuelos nunca quieren hablar del tema y como dijiste que conociste a mi madre me gustaría preguntarte. ¿Mi madre salía con alguien?—.

— Sí, conmigo— imposible que sea su hija.

— ¿Y crees que te pudo haber engañado?— él me miró desconcertado.

—Bueno tu madre siempre fue muy bonita pero lo dudo, tenía un gran corazón— sonreía como siempre, su forma normal es muy divertida.

—Entiendo... gracias por tu tiempo— me levante y sonreí. Es imposible que yo sea su hija.

—¿Quieres...?— me miró fijamente—. ¿Quieres que hagamos una prueba de ADN? No tenemos el mismo poder, lo heredaste de la familia de tu madre. Pero nunca se pierde nada por intentar, sé que es eso lo que querías decirme— él se veía serio.

—¿Harías eso por mí? Tal vez solo son suposiciones mías...— le miré con la misma expresión de seriedad.

—Claro, te mereces saberlo. Siempre pensé que tenemos los mismos ojos, no perdemos nada, además, me encantaría tener a una hija tan linda como tú— sonríe y yo hago lo mismo, él se levanta y nos abrazamos.

—Mil gracias, si no es usted mi padre. Igualmente le agradezco mucho que haga esto por mí— el acaricia mi cabeza.

—Tranquila, mira esto— se separa de mí, saca su cartera y me enseña una foto.

—Es...¡Es mi madre!— sonreí al ver su foto, era hermosa.

—Nunca la olvidé, ha sido una parte muy importante de mi vida— el me miró—, mañana pediré permiso para que salgas conmigo de la U.A para ir a mi médico de confianza— asentí con la cabeza.