Al día siguiente me desperté porque unos ruidos provenientes del salón llamaron mi atención. Quité las sábanas que me cubrían y me levanté tratando de no marearme, pero fue en vano. Caí rodando al suelo seguido de un "auch" y como tonta que fui intenté agarrarme de las cortinas, provocando un estruendo al descolgarse porque las tiré. Jeje. Empezamos bien...
Escuché como unos pasos ligeros y rápidos se aproximaban hacia la puerta. Al principio me asusté ya que, mi madre trabaja los sábados por la mañana y pues padre no tengo, así que estoy sola. Luego me giré y vi el colchón de Ce y me acordé que había dormido en mi casa. De repente se abrió la puerta de par en par.
- ¡_____! ¡Por fin te has despertado! ¡Baja mira lo que he hech...! - se detuvo al ver el desastre que había causado... no solo había tirado las cortinas, las estanterías de sus costados se habían caído junto con estas. - ¿Que ha pasado en tu cuarto?
- No lo sé. - y no era mentira. ¿Como demonios iba a saber yo que por despertarme iba a causar este desastre? Siempre lo dije, es mejor estar dormida, porque despierta pasan estas cosas, en cambio dormida, bueno, estás dormida, a menos que seas sonámbula, pero no soy sonámbula, pero si lo fuera daría igual que estuviese desp... - ¡Tengo una idea! ¡Ya se como arreglarlo!
- ¿Cómo?
- A mi madre le apasiona la jardinería y está todo el día colgando macetas, así que...
- ¿Que son "macetas? - me interrumpió.
- Jarrones donde se plantan plantas. - dije obvia - el caso es que mi madre tiene que tener algo para atornillar las estanterías y las cortinas de nuevo. Ven, acompáñame.
Me siguió, las dos estábamos en pijama, íbamos por las escaleras, estaba concentrada intentando recordar donde guarda mi madre sus cosas de jardinería, supuse que en el desván del sótano. Iba tan concentrada que no me fije en el salón hasta mitad de un escalón, paré en seco, lo que provocó que casi me caiga, y Once detrás de mi. Todo el salón estaba lleno, LLENO de serpentinas y banderines. Colgaban de las ventanas, el techo las lámparas, muebles, sillones... La pregunta no es que ha pasado en mi cuarto, la pregunta es ¿que ha pasado en el salón?
- Ce. - dije atónita.
- ¿si? - me respondió con un semblante de tranquilidad que era desesperante.
- ¿A qué hora te has despertado, Ce?
- No se, hace como mucho rato.
- ¿Cuanto es mucho rato? - se acercó al reloj que marcaba las 12:34 pm, y señaló el número 7. - ¿Que pasa con eso? - no entiendo
- El palo estaba en el 7 cuando llegué. - dijo sonriente. Dios, mío... ahora no solo tenemos que arreglar mi habitación, si no que el salón también, y todo antes de que llegue mi mamá, y eso es a las 14:00... esto no puede estar pasando... no a mi... - ¿estás bien?
- S-si, vamos, venga tenemos mucho que hacer. - me sonrió y me siguió una vez eché a andar hacia el desván del sótano.
(...)
Ya habíamos cogido algunas cosas de jardinería de mi mamá del desván, no se utilizar esa cosa pero tendré que aprender, y tengo menos de una hora y media para hacerlo. Nos dividimos la casa, ella arreglaría el desastre del salón, y yo el de mi cuarto.
Subí hasta este y lo primero que hice fue hacer la cama, necesito ahorrar espacio. Una vez terminé, puse las cosas de la estantería, la estantería y las cortinas encima de mi cama para limpiar el polvo del suelo que había caído al desmoronarse todo. Un día me tendría que poner a limpiar mi cuarto, tiene demasiado... Lo limpié y me puse manos a la obra, es hora de aprender a colgar clavos, no tiene que ser tan difícil.
Agarré el martillo y busqué el agujero donde situaría la estantería, con mucho cuidado, coloqué el clavo y le pegué con el martillo. Al ver que no se metía, utilicé más fuerza, y más, y más, y más... hasta que un dolor como si me estuvieran clavando 30 agujas en el dedo me invadió y por voluntad propia dejé caer el martillo al suelo, en dirección a mi pie. Cerré los ojos esperando el golpe pero nunca llegó. Abrí los ojos y miré mi dedo, lo tenía morado y rojo y me dolía mucho. Luego miré hacia abajo, el martillo estaba flotando a la altura de mi rodilla. Me giré y pude ver a Ce en el marco de la puerta con un hilo de sangre resbalando por su nariz. Le sonreí, y aunque me dolía mucho el dedo, me lancé a abrazarla.
- Gracias. - se sorprendió al principio pero luego me correspondió el abrazo con una sonrisa. Se estaba a gusto así, la verdad. Me separé y me volví a girar a la estantería. El martillo cayó de golpe y supe que Ce había dejado de utilizar su telequinesia, es genial.
(...)
Con la ayuda de Ce, logramos recoger toda la casa y colgar la estantería y las cortinas. Luego nos cambiamos de ropa y yo le dejé de la mía, aunque le quedase grande y al final comimos waffles, porque no habíamos desayunado, aunque fueran casi las dos de la tarde ya. Tiene que estar por llegar mi mamá.
Mi madre llegó y no se dio cuenta de lo que había pasado, estaba todo exactamente igual que como se fue. Que alivio. Objetivo superado.
It's okay, promise~
Nuevo capítulooo :) espero que os guste u3u byee luego escribiré más, promiseee
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𝐈𝐓'𝐒 𝐎𝐊𝐀𝐘, 𝐏𝐑𝐎𝐌𝐈𝐒𝐄 // 𝐄𝐋𝐄𝐕𝐄𝐍
FanfictionToda mi vida creí que me gustaba aquel chico, Theo Hastings. Era el típico chico del que todas estaban enamoradas por tener una cara bonita, y yo no era menos. Me gustaba, me gustaba mucho, o eso creía. Porque no me gustaba él, me gustaba la idea de...