Capítulo 2: La Falda.

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Abrí la puerta y dejé las cosas en el sofá. Entre a mi habitación y busqué el pendrive, lo encontré más no se lo dije y lo guardé en el bolsillo de mi falda.

- ¿No me darás agua? Que mala educación, Stella- Dijo tratando de sonar ofendido, pero sabía que solo jugaba conmigo. Fui a la cocina, tomé un vaso grande y le serví agua. Regresé rápido.

- Toma, Alex- extendí mi brazo con el vaso con agua.

-Gracias- Tomó el agua apresuradamente, sinceramente tenía mucha sed. - Muy bien, ¿quieres que responda tu pregunta?- Dijo dejando el vaso en el mesón de la cocina.

-Sí, por favor- contesté curiosa. En eso Alex pasa a mi cuarto y se sienta en la cama, se quita su chaqueta y me mira con picardía.

-Si lo quieres saber... Siéntate en mis piernas viéndome de frente- Dijo éste bastante seguro. ¿Lo decía en serio? Bueno, no sé. Pero... Quiero saber. Me acerqué a Alex y me monté en sus piernas, nunca había hecho eso con nadie, era extraño... Pero me gustaba. No podía verlo a los ojos, estaba muy nerviosa.

- Muy bien, ahora... Bésame- Dijo Alex acercándose un poco. Algo temerosa, pero segura me estaba acercando lentamente a él y cerré los ojos esperando el contacto de nuestros labios... Cuando escucho una gran carcajada de parte de él. - No puedo creer que en serio ibas a hacerlo. JAJAJA- Dijo éste mientras secaba unas lágrimas por reírse tanto.

- ¡ERES UN IDIOTA, ALEX! - Grité enojada... No podía creer que era una broma. -Iba a besarte en serio. Y no porque me lo ordenaras... Sino porque en serio quería hacerlo- Me tapé la boca al instante ¿por qué dije eso en voz alta? - Olvídalo... Por favor- Dije suplicando para que no me fastidiara con eso... Alex me tomó de la cintura y me acercó todo lo que pudo a él y colocó una de sus manos en mi mejilla

- ¿Es cierto? ¿Quieres besarme? - Dijo pasando su lengua en sus labios. Estaba nerviosa... Realmente, lo estaba.

-Sí...- Jadee por tenerlo tan cerca, sabía que el ser burlaría por eso.

- Stella, ¿jadeaste?- preguntó con una sonrisa y un leve de rubor en sus mejillas.

Asentí, sabía que si hablaba soltaría un jadeo, quién sabe... Podría ser hasta un gemido.

- Dios mío, eres adorable-Antes de yo poder decirle algo. Él ya me estaba besando. Me sentía muy bien al sentir sus suaves labios nuevamente... Era demasiado rico besarlo... Cuando de repente siento que su mano baja de mi mejilla a mi pecho acción seguida de unos leves apretones que daba en éste. Me separé un instante y gemí suave, pero no duró mucho ya que quería estar en su boca otra vez. Siguió apretando y pellizcando mi pecho hasta qué...

- Stella, te odio- dijo éste. Lo miré con cara de confusión, no sabía por qué decía esto. - Sabes lo mucho que me matan las faldas... - miro hacia abajo viendo mi falda y volvió a subir la mirada para besarme, pero esta vez salvajemente.. El beso seguía mientras yo disfrutaba de esto... Cuándo en mi trasero sentí sus manos, no pude evitar dar un pequeño salto...

- Stella, me encanta tu trasero...- Dijo él apretando éste sin piedad, se sentía delicioso. Y sabía por qué decía esto. Tengo fama por ser nalgona y Alex amaba los traseros grandes. Alex subió mi falda dejando al descubierto lo que tanto quería, yo solo mordía mis labios. Y gemí algo alto al sentir una nalgada fuerte de Alex...

-¿Te gusta?- insinuó mientras me daba nalgadas... una tras otra.

- Alex... Aah...- gemí sin poder evitarlo. Me gustaba... No. Me encantaba. Alex siempre me había dado nalgadas, pero obvio no es lo mismo sentir una nalgada con pantalón que una a flor de piel... Se sentía tan bien que me diera nalgadas ¿debería sentirme sucia por esto? Realmente la respuesta a esa pregunta no me importaba justo en ese momento. Nos detuvimos unos segundos, ambos estábamos exaltados, pero deseosos de más.

¿Mejores amigos o algo más?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora