Aún estando atada solo pensaba ¿qué será lo siguiente? ¿Qué me harán los chicos? Por un lado tenía algo de miedo porque estábamos bajo la influencia del alcohol, pero si lo vemos desde otro lado no me estaban haciendo daño. Así qué... ¿Por qué parar?
Ambos empezaron a tocar mi trasero que estaba ansioso de sentir sus manos, otra vez. Siguieron así unos minutos más mientras hablaban entre ellos y a ser sincera no sabía que decían solo estaba centrada en el tacto...
-Bien, terminamos. Te quitaré esto. - Dijo Alex dejando mi trasero y dirigiendo sus manos a la correa que ahora no sabía si se volvería mi amiga o enemiga.
-¿Estás bien, peque?- Preguntó dulcemente Daniel. ¿Cómo se podía ver tan tierno después de haberme hecho esto?
-Sí, Stella. ¿Estás bien?- Insistió Alex. Ambos me veían con algo de picardía, pero con preocupación en cierta parte.
Yo simplemente no podía hablar, no encontraba forma de hablar sin soltar un jadeo o tartamudear. Sentía como mi cuerpo ardía y temblaba un poco, mis mejillas de un color rojizo que gracias a que las luces estaban apagadas no las notaban. Y mi lengua estaba sellada en mi paladar sin saber que decir. Me había gustado eso... ¿Estaba mal?
-Oye, en serio. ¿Estás bien? ¿No te hicimos sentir incomoda?- Reiteró Alex. Solo pude negar con la cabeza mientras los veía apenas.
-¿Segura, peque?- Dijo Daniel mientras me tocaba la mejilla. -Estás caliente... - Insinuó éste.
Alex subió su mano hasta mi otra mejilla. -Sí, estás muy caliente. - Confirmó Alex.
-¿Podemos... Acostarnos un rato?- Pregunté en un tono bajo, sentía que podía tartamudear. Ambos me asintieron y nos acostamos. Yo en medio de los dos boca arriba, mientras que ellos me abrazaban y así estuvimos un rato.
-Stella, ¿estás dormida?- Preguntó Alex.
-No, solo necesitaba unos minutos.- Respondí segura. Aún estaba algo nerviosa, pero no quería que lo supieran.- ¿seguimos jugando?-
-¿Eso quieres?- Alex se levantó y se le quedaba viendo a Daniel y volvía su vista a mí.
-Sí, eso quiero- Confirmé mientras me sentaba en la cama. Traté de sonar pícara. ¿Por qué me estaba esforzando en ser linda y sexy con ellos? - ¿Dejarían que hiciera algo? - Asintieron y ahí tuve luz verde para cumplir mi cometido. Me levanté de la cama dejando a los dos chicos solos y me dirigí a la nevera, tomé un poco de crema batida entre mis dedos y volví rápidamente a la habitación. Ambos chicos me miraron con confusión.
-Acuéstense, por favor- Pedí mientras sonreía. Ambos acataron mi orden y entendí porqué me ordenaban cosas. Era emocionante tener el poder, pero nada como ser dominada... Subí la camiseta de Alex y puse algo de crema en su pecho y fui bajando, pero sin llegar a su cintura. Y empecé a dar pequeñas lamidas limpiando la crema que estaba sobre su cuerpo y podía sentir como le daban escalofrío y se movía. Me detuve al terminar mi trabajo y me acerqué a Daniel, él se negó a subirse la camisa; así qué, me fui por su cuello. Daniel demostraba un poco más que le gustaba, hasta pude escuchar un pequeño jadeo de parte suya; era adorable. Y al terminar con ambos lamí lo que sobraba en mis dedos y les sonreí. Se vieron entre sí y Alex se levantó y duró unos segundos afuera de la habitación y volvió con crema en la mano.
-Nos toca, Stella. -Susurró Alex y me recostó en la cama, con sus dedos empezó a hacer 2 líneas de crema en mi cuerpo que empezaban desde mis pechos hasta mi cadera. - Daniel limpiará esa parte y yo me encargaré de ésta.-
-Más te vale que no te muevas- Amenazó Daniel. Culminadas estas palabras empezaron a limpiarme la cadera ambos chicos e iban subiendo y dejando besos a su paso; ya estando en mi abdomen no podía evitar jadear, me daban escalofríos y ganas de más. Sinceramente estaba muy mojada solo que ello no lo habían averiguado. Antes de llegar a mis pechos ambos se detuvieron. - Esto me estorba- Dijo Daniel apartando mi sostén para que los dos siguieran sin interrupciones. Recorrieron sus lenguas hasta llegar a mis pezones y empezaron a "limpiar" todo, dejando mordidas a su paso. Soltaba gemidos cada que ellos mordían, pero trataba de ser discreta, ya que mi mamá estaba en la casa.
-Listo, peque- Aclaró arreglando mi sostén y bajando mi camisa.
Me senté en la cama y estaba exaltada, sentía como si mi corazón se fuera a salir y solo pedía a gritos dentro de mí: "SIGAN". Y admito que por un lado si quería, pero por otro lado... Me daba vergüenza decirles eso y que me llamaran pervertida. Aunque yo creo que si lo soy...
-¿Nos acostamos un rato? - Preguntó Daniel.
-Sí, pero antes... No podemos irnos a dormir sin un beso de buenas noches. ¿Verdad, Stella?- Dijo Alex, esas palabras hicieron que me volviera a emocionar...
-No, no pueden... - Contesté.
-Dale un beso a Daniel, entonces- Ordenó. Y yo más que encantada me acerqué a Daniel, le di un beso y le permití paso a mi lengua dentro de su boca, a lo que él respondía un poco tímido. Mientras tomaba mi cadera y me acercaba, esto duró un poco más. Y nos separamos.
- Ahora, dale uno a Alex, peque- Demandó Daniel. Obedecí y fui directo a los labios de Alex y al igual que Daniel le di un beso dándole permiso a mi lengua de jugar un poco con la lengua de éste. Y con cada beso que di, aunque no hablé les deseaba a ambos: "Dulces sueños". Terminé mi orden y me aparté un poco para verlos.
-Vayamos a dormir, ¿sí?- insistió Daniel. A lo que su mejor amigo asintió y esperaban una respuesta de mi parte. Asentí al igual que el anterior y nos acostamos nuevamente. Yo en el medio de Daniel y Alex mientras ellos me abrazaban.
Solo podía pensar en lo sucedido, conciliar el sueño no era una tarea fácil en estos momentos. Me daba cuenta de que el efecto del alcohol se me había pasado hace un rato y no era culpa de éste... Lo hice por mi cuenta. Era tan culpable como un niño pequeño que roba una galleta a espaldas de su madre y siente satisfacción al salirse con la suya. Y yo, también sentía satisfacción. Era culpable, culpable de haber disfrutado ser usada por ellos... ¿Esto seguirá..? Espero que sí... Digo NO. Y ¿si esto siguiera? No sería algo malo... ¿O sí?
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¿Mejores amigos o algo más?
Roman pour AdolescentsStella es una adolescente que no ha tenido casi experiencia en lo sexual , pero gracias a sus 2 mejores amigos esta tendrá una aventura con ambos chicos. Y a lo largo de la historia se encontrará en la duda de si se está enamorando de uno estos y la...