Capitulo 5: "¿tal vez?"

2.4K 307 82
                                    

Después de nuestro "accidental" encuentro en el puente espere verlo al siguiente día, pero no estaba, tampoco el siguiente, ni el que le sigue, en total fueron 4 días donde no supe nada de él, me estaba haciendo la idea de que lo había asustado tanto que decidió irse o tal vez solo quería crear distancia entre nosotros, pero después de ese día pensé qué tal vez hablaríamos más, quería que habláramos más, estar cerca de él me hacía sentir entendida y podía bajar la guardia al igual que lo hacía con Emma pero al parecer idealicé demasiado nuestra relación.

Me sentía una estúpida con la mirada perdida en el infinito mientas aspiraba el humo, lo soltaba y me apoyaba con los puños apretados en el balcón de unas de las Torres de la universidad a la que iba cuando quería estar sola o con mis pensamientos.

¿Por qué siquiera se me pasó por la mente el poder tener una amistad con ese engreído y sexi pelo de carbón? No sabía nada de él, podía ser un perfecto asesino que me estaba tratando de enamorar para después raptarme y venderme, o tal vez un psicópata que estaba obsesionado conmigo; estoy siendo demasiado dramática, pero me siento mal, porque sé que está mal aferrarme a la primera persona que me escucha o entiende mi dolor o ve más allá de mi escudo de ironía, indiferencia y frialdad.

¿Qué más podía hacer? ¿Que tenía que hacer? ¿Tal vez Alejarme? ¿Tal vez Quedarme? ¿Tal vez Mostrarle mis vacíos con el riesgo de que me abandonara? ¿O tal vez esconderme en mi burbuja de mentiras al igual que siempre?

-Deja de pensar lo que sé que estás pensando- dijo una vos conocida que se me acercó y me volteo para acto seguido abrazarme.

-Emma, ¿no deberías estar en clases?- dije sorprendida (y un poco desilusionada si soy sincera).

-Te pregunto lo mismo- dijo entrecerrando los ojos

-Hoy solo tenía que ir a entregar el trabajo de Andrew y yo- decir su nombre hacia que me dieran ganar de vomitar.

-Con que Andrew ¿eh?, ¿han hablado más seguido?- pregunto con entusiasmo

-No - le mentí - Nos repartimos las preguntas, cada uno hizo lo suyo y listo

No me gustaba mentirle a Emma era demasiado inocente y confiaba plenamente en mi por lo que sé que no se le pasó por la mente que estuviera mintiendo, pero no quería ilusionarla con un ¿enamoramiento? no eso es demasiado exagerado, sólo era un capricho o una ilusión que tenía creada con ese obsesionado con los anillos, además de que sabía que después de saltar como bambi si le dijera la verdad, me tendría que tragar un sermón de ella diciendo las diferentes formas en las que lo mataría si llegaba a hacerme daño. Lo cual era imposible, no puedes romper algo que ya está roto...¿no verdad?

-¿Y porque estabas acá arriba?, me asuste cuando te vi desde abajo, pensé que podías estar pensando en...ya sabes- dijo bajando la voz.

-Tranquila Emma cuando lo haga uno: no lo haré tirándome de un edificio, quedaría aplastada y no me vería bien y dos: te avisaré con anticipación para decirte que canción quiero en mi funer...- no pude terminar la frase ya que me llegó un golpe en el brazo de una Emma con la cara roja, aunque Emma sabía cómo era mi humor, siempre que jugaba con ese tema en particular se enojaba conmigo; aunque no la culpo no es el mejor tema para hacer bromas después de verme a mí al borde de que dejara de ser una simple broma.

-Okey perdón- dije sobándome el brazo- Mejor bajemos.

-No - dijo cruzándose de brazo en forma de rabieta.

-Vamos, Emmy te invito uno de esos frappes de de chocolates que tanto te gustan.

Se giró con los ojos entrecerrados- ¿Trata de comprarme señorita Briste?

-Si- dije despreocupada

-Me parece justo, vamos- dijo mientras se dirigía a la escalera.

•••

Nos pasamos toda la tarde hablando de cosas triviales mientras ella tomaba su frappe de chocolate y yo mi Frappuccino de caramelo, las horas pasaron volando mientras ella me contaba como su novio Stephen la había llevado hace dos días a volar cometas en un campo lejos de la ciudad y yo la escuchaba atentamente mientras apreciaba lo emocionada que estaba mientras me contaba con detalles todo lo que hicieron, amaba verla ponerse tan feliz con cosas tan mínimas, era básica en un buen sentido, no requería de mucho esfuerzo hacerla reír o verla emocionada.

Después de 5 horas nos dimos cuenta que era tarde por lo que ella se ofreció (o más bien me obligó) a llevarme a casa.
Me pase todo el camino mirando a la ventana y viendo pasar carteles, edificios y tiendas hasta que mis ojos me empezaron a pesar y la música de Emma no ayudaba ya que le gustaba la música clásica y eso hacía que mi pelea por mantener los ojos abiertos terminara en yo rindiéndome y mis ojos cerrándose.

-Bri ya llegamos- dijo alguien susurrando -¡Bri! - repitió y yo salté al despertarme.

-Perdón ¿te asuste?- pregunto colocando su mano en mi muslo.

-No tranquila solo...nada estoy bien- dije para tranquilizarla- Gracias por traerme- dije con una sonrisa y antes de poder bajarme ella salto de su asiento y me abrazo.

-Te quiero Bri- dijo muy bajito.

No me esperaba eso, Emma siempre me decía que me quería pero ahora era diferente, por su tono pareciera que se estuvo aguantando decirlo, tal vez porque sabía que me incomodaban esas palabras o tal vez solo quería decirlo.

-Yo... también- dije tratando de sonar lo menos fría posible, me aleje y vi su rostro con una sonrisa y sus ojos muy abiertos. Y con eso me baje del auto, mientras caminaba de espaldas hasta la puerta de mi casa para entrar y después cerrarla detrás de mí.

Todo estaba en silencio excepto por la televisión en la sala en la que noté a mi mamá durmiendo en el sofá con una manta cubriéndola, apague la televisión le di un beso en la frente y subí a mi habitación.

Alivio total fue lo que sentí cuando entre, coloqué un cigarro en mis labios y me recosté en el borde de mi ventana mientras la luz de la luna me envolvía el cuerpo, me quede ahí tanto tiempo que no sabía decir que hora era, lo más probable es que entre las 2 y 3 de la madrugada.
Y justo antes de encender otro cigarro me llega un mensaje:
Andrew: Espérame mañana a las 11am en nuestro lugar.

No le respondí nada, ¿para qué me hablaba después de desaparecer 4 días? No tenía sentido, nada tenía sentido.
Me planteé no ir, ¿que se pensaba que yo era? ¿Su puta marioneta? Pero me planteé también la opción de que le hubiera pasado algo o me citara para darme una explicación, pero, ¿porque tendrá que darme explicaciones?, No éramos nada, ¿de verdad iba a desperdiciar mi tarde de sábado con un pelinegro con cara de no haber dormido en 1 mes?, aunque el hecho de que allá dicho "nuestro lugar" (el puente), había provocado que en mi estómago se crearan unas cosquillas que no sabría cómo explicar.

Me convencí a mí misma que si iba a ir tenía que ir predispuesta a una posible despedía...

O tal vez un posible comienzo.

If I told you "no" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora