IV

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He visto lo que causa en el alma, Jullie llora todas las noches porque su hermano la golpeaba, y su padre era distante ante tal hecho.

Pero ahora ella es libre, no debería llorar más.

Pero fué esa oscuridad que le alcanzó.

Al mirar las partículas de polvo como oro entrar por mi ventana cada atardecer, pensaba en la suerte que poseo.

Miraba de lejos el gran Empire State, y olvidaba todo lo demás.

No comprendía ni lo más mínimo del arte, pero he de suponer que era lo que veía cada vez que me asomaba, si pudieran ver a mi ciudad con mis ojos nadie más tendría miedo, porque yo lo tomaría por todos.

Y los dejaría ser felices, despertando cada día soñando, y durmiendo pacíficamente al caer la noche.

Ojalá fuera mío el dolor, incluso el de los animales.

Yo puedo soportarlo, porque nunca moriría si pienso en las estrellas
a las cuales pertenezco.





Gaby Wilde

Los Huérfanos de New YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora