the only thing normal in my world🦋 (Lord Tewskebury)

Capitulo XIV

Ya ha pasado una semana desde que estoy acá, la peor semana de toda mi vida.

Nos hacen clases sobre como reírnos como señoritas, como caminar como señoritas, modales en la mesa, como comer, como hablar, como saludar. Siempre termino encerrada en mi cuarto, no hablo con ninguna de las chicas de este lugar, la verdad es que solo quiero estar con Tewkesbury.

-¿Señorita Lawrence?-Pregunto la señora Harrison atrás de la puerta.

Abrí la puerta con desgana, la verdad es que hago de todo para terminar siendo castigada.

-Hablemos querida-Dijo ella sonriendo.

Nos sentamos en mi habitación.

-¿Sabes por qué soy educadora? Porque quiero hacer feliz a la gente. Quiero que tengas una vida plena y vibrante. No con ira e infinitas preguntas, sino con respuestas. Preparo a mis niñas para el mundo, el mundo real-Dijo la señora Harrison a mi lado.

Pero no pongo mucha atención en ella, solo puedo pensar en Tewkesbuy, en lo mucho que extraño sus abrazos, realmente lo extraño y me esta volviendo loca.

-Jamas te abandonaría...y te dejaría librada a tu suerte...-Dijo la señora Harrison muy seria.

-¿Se refiere a mi madre?-Pregunte.

-El señor Archibald me contó que ella...ella se fue-Dijo la sñora Harrison.

-Supongo que tenía sus razones-Dije restándole importancia.

-Una madre nunca abandona a sus hijos....Las prefectas te acompañaran a cada clase, pero lamento decir que estas castigada por tu actitud de la clase de ayer, por lo que la puerta se mantendrá cerrada-Dijo la señora Harrison.

Ayer empujé a una niña que dijo que mi caminar era ridículo, que con razón no tenía padres que vinieran a verme. Ahora ella está en enfermería y no me arrepiento.

-Duerme bien Ellie, mañana será otro día-Dijo la señora Harrison despidiéndose.

Me quité el uniforme negro que nos dieron a todas y solo me acosté en la cama. Estar sin Tewkesbury es más difícil de lo que creí, es como si algo me faltara. Extraño nuestras conversaciones a las 3 de la mañana porque el no podía dormir Extraño ver como me cocinaba, extraño su cabello de príncipe encantador.

Extraño todo de el.

A la mañana siguiente me hicieron ir al despacho de la señora Harrison, dijeron que tengo visitas, ojala sea la tía Grace para salir de este infierno.

Pero al entrar vi a mi madre, la persona que menos quiero ver.

-Déjenos a solas por favor-Dijo ella.

-Oh...por supuesto-Respondió la señroa Harrison.

La señora Harrison salió del despacho dejándonos a solas.

-Así que huiste con un muchacho...-Empezó a hablar ella pero la interrumpí.

-Eso no te interesa-Respondí.

-¿Por qué crees eso?-Pregunto ella.

-¿En serio estás preguntándome eso?-Pregunte molesta.

-Soy tu madre...-Dijo ella.

-¡No lo eres! Una madre no abandona a sus hijos-Exclamé.

Mi madre me miro decepcionada, conozco perfectamente esa mirada, la misma que hacía cuando miraba a papá.

-Ahí esta esa mirada, esa maldita mirada. No quiero tu lástima-Dije firme.

Llorar en frente de ella es lo último que haría.