Capítulo 10

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La temperatura era baja, todo afuera estaba estaba teñido de blanco, estaban en pleno invierno, época favoritas de muchos. Las personas se encontraban dentro de sus cálidos hogares, resguardándose del frío. Era un hermoso día para quedarse en la cama, ver películas, beber un chocolate caliente y no levantarse de la cama para nada. Se podría decir que así era el día a día de Jungkook.

Jeon Jungkook ya tenía ochenta y siete años de edad, ya estaba en su punto máximo de vejez. Sus huesos le dolían, se sentía débil, casi no podía levantarse de la cama. Su cabello ya era blanco, su rostro y cuerpo tenía arrugas, su visión no era tan buena y su voz se había echo más gruesa y áspera.

Por otro lado, Taehyung seguía igual a cuando recogió a Jungkook, él no había cambiado para nada. Ambos sabían que Taehyung no envejecía, por lo que sus planes de envejecer juntos no podían cumplirse.

Llevaban sesenta y un años casados, un largo y feliz matrimonio. Habían sabido cómo sobrellevar una hermosa relación que duró años. En todos esos años, habían pasado hermosos momentos, algunos dolorosos también, pero dentro de todo, los vivieron juntos. Las paredes de la mansión era un fiel reflejo de todos aquellos recuerdos que acumularon juntos. Los cuadros que retraban aquellos momentos tan importantes y felices de su vida, que iban desde la llegada de Jungkook hasta su último cumpleaños.

-Hyung, ya estoy muy viejo... -dijo Jungkook mirando al castaño-. Ya no soy bonito.

-No digas eso, Jungkookie, siempre serás mi dulce y tierno bebé -ijo Taehyung tomando su mano.

Recordaba las manitos de Jungkook cuando era un bebé, eran tan pequeñas y suaves. Ahora eran un poco más pequeñas que las propias, estaban llenas de arrugas y eran asperas.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, muchos recuerdos cruzaron por su cabeza, desde el momento en que sostuvo en brazos por primera vez a aquél bebé hasta la noche anterior que durmió abrazado a su esposo. Tantos años han pasado y aún no se arrepiente de la decisión que tomó al quedarse a esa criatura.

-Hyung, no llore.

-L-Lo siento... -Bajó la mirada, apretando la mano de su esposo entre las suyas.

Ambos sabían que el momento se acercaba, no podían negarlo. Jungkook estaba listo. Taehyung no.

-Hyung, tengo sueño -dijo cerrando los ojos.

Taehyung no paraba de llorar, no estaba listo, no quería que ese momento llegase. No quería quedarse solo nuevamente. No quería perder a su bebé.

-Hyung... lo amo...

Ese susurro fue lo último que escuchó salir de los labios de su menor. Quedó dormido en ese mismo instante.

Pero por más que lo deseó, él no volvió a despertar.

Eternal Love •ᴷᵒᵒᵏᵛ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora