Capítulo 21:Bebé

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Anteriormente...

Miró hacia donde miraba Olivia, un lápida más o menos pequeña, cuyo epitafio decía: "Descansa en paz Gabriel Nicolas Benson". Volvió su visita a Olivia por un momento y luego miró la lápida.

O:Es nuestro hijo- derramó lágrimas sin dejar de mirar la lápida de su hijo

Y ahora...

" Nuestro hijo" Resonaba en su cabeza con vibraciones que recorrían cada recóndito lugar de su cuerpo causándole dolor, ese dolor iba y venía por su cuerpo, pero donde más lastimaba y ardía, era en su pecho. Ella no lo miraba, mantenía su atención en la lápida blanca, no se molestaba en limpiar sus lágrimas y la estela que dejaban éstas. Con cuidado se dejó caer de rodillas junto a ella, observando cada detalle de la lápida, la pequeña paloma tallada que parecía alzar vuelo hacia una cruz en la parte superior derecha de la lápida.

O:Estoy segura de que habría tenido tus ojos- dijo en un hilo de voz.

Tanto ella como Elliot lloraban de rodillas frente a la tumba del bebé no nato, fruto del amor que sentían el uno por el otro.

E:Liv... yo...
O:Pude superarlo sin tí Elliot, pude... salir del abismo en el que estuve cuando Gabe murió. Salí sabiendo que no estabas ahí para sacar mi cabeza del fango- limpió sus lágrimas tratando de no ahogarse con aquel nudo en su garganta- ¿por qué? ¿por qué no me dijiste que querías irte? ¿Sabes lo... mal que me sentí escuchar de Cragen que jamás volverías?
E:No podía... tenía miedo
O:¿De qué?
E:Si te... decía que me iría ya no podría hacerlo. Olivia... después del tiroteo yo... no podía ni pensar en ver tu rostro de nuevo. Pensaba que no serías la misma conmigo
O:Elliot yo no...
E:Por Dios Olivia. Ví tu rostro cuando Jenna cayó al suelo... cómo me mirabas, no...no quería que me vieras de esa manera, con miedo, con... con lástima.

Miró una vez más la lápida del hijo que jamás conoció, se levantó del suelo y extendió la mano hacia Olivia, ella la tomó. Ayudó a levantarla como hubiera querido hacer cuando su hijo murió. Colocó sus manos alrededor del rostro de ella, acariciando sus mejillas y limpiando sus lágrimas con sus pulgares.

E:Lamento no haber estado. No sabía de nuestro hijo- la estrechó entre sus brazos, haciendo su mayor esfuerzo por contenerse- no podía volver...
O:No eres el único que deseaba no volver- su voz estaba quebrándose, buscaba a tientas sus fuerzas para no derrumbarse. Despacio fue separándose de él- más de una vez quise irme y no volver. Dejarlo todo y empezar lejos del desastre, pero no me serviría huir, jamás me sirvió. Por eso siempre regresé y me quedé a seguir peleando porque era lo correcto. Elliot no soy quien para opinar en tu vida, tú elegiste irte y yo me quedé, es todo

Lo miraba fijo aunque él huía de sus ojos, así como había huido de sus problemas.

O:Ni siquiera puedes mirarme a los ojos- bajó la cabeza y retrocedió algunos pasos- es hora de irse, Fin debe estar necesitándonos
E:¿Trajiste tu coche?
O:Si, ¿y tú?
E:Viene en taxi
O:Vamos

Ambos salieron del cementerio en completo silencio hasta llegar al coche de Liv y el camino hacia la estación también fue silencioso, ese silencio no era uno incómodo, o uno hostil; ese era un silencio de tranquilidad, pero en Elliot aún habían cosas por resolver, aún tenía cosas por decirle, pero aún no era el momento.

De regreso en la estación todo estaba bajo control, TARU revisaba las cámaras de seguridad cercanas, algunos vecinos que afirmaron escuchar ruidos fueron entrevistados, no tenían mucho y ya era hora de que cada uno fuera a casa. Olivia y Rollins terminaban de hablar con la víctima, solo debían esperar los resultados de la prueba de violación y que TARU tuviera algo que los ayudara.

Te Odio, Te AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora