Te Odio, Te Amo

Capítulo 19:La hora de la verdad (parte 2)

10:55 a.m. toda la noche y casi toda la mañana estuvieron hablando con las chicas e invitados de la fiesta que no querían salir perjudicados, algunos querían cooperar y otro por temor a represalias preferían ir a prisión por quince o veinte años. Se contactó a la familia de las chicas que fueron subastadas y de algunas de las que "servían" en esa fiesta, faltaban más chicas y ¿dónde estaban? eso lo iban a averiguar.

O:¿Ningúna de las chicas conoce la casa?
A:No- dijo frustrada- dicen que siempre les cubría el rostro con bolsas o telas oscuras.
C:Entraban y salían de la misma forma
E:Esperen, hay una chica... una de las que yo entrevisté- buscó entres sus anotaciones y encontrando lo que quería, continuó- Lesly me dijo que había visto parte del recorrido hasta la casa
O:Tenemos que hablar con ella de nuevo
E:Liv a penas pude sacarle eso, estaba muerta del miedo
O:No podemos seguir esperando a que maten a las otras chicas
E:¿Si intentamos con Mackey?
C:¿El traficante?- Carisi miró extrañado a su compañero, ¿qué podía darles ese tipo?
E:Él les llevaba mercancía a casi todos los proxenetas, de seguro también le surtía a McAllen
O:Hablaré con Nick para que nos preste a Mackey. Mientras busquen casas, terrenos, granjas, lo que sea que esté bajo el nombre de McAllen y Shephard y trata de hablar con Lesly, en caso de que no tener suerte ella será nuestra última opción- dijo a Elliot

Trabajaron por horas buscando la dirección de la casa en la que tenían a las demás chicas, si es que estaban en esa casa; Elliot intentó que Lesly les colaborara en la investigación, pero todo lo que repetía era que no quería morir y que no quería que mataran a su hermanito.

Rollins y Carisi hacían hasta lo imposible revisando las rutas que recorrían los coches de McAllen y Shephard pero no tenían mucho éxito, sabían cubrir sus huellas muy bien. Su esperanza era Mackey.

Olivia revisaba cada una de las grabaciones del caso a la espera de hallar algo que hubiesen pasado por alto, lo que fuera, por más mínimo que fuere podría ser útil para el caso. Tres golpes en su puerta rompieron su concentración absoluta, levantó la vista mientras esperaba que la persona del otro lado pasara, solo esperaba buenas noticias.

O:Nick- ~por fin podremos entrevistar a Mackey~- ¿nos prestarán a Mackey?
N:Por ello venía Liv- no traía buena cara, y era más que obvio que algo había pasado y bueno no era- está muerto
O:¿Qué?
N:Se suicidó. Luego de interrogarlo toda la noche lo dejamos en una celda alejada de los demás y esta mañana lo encontraron muerto. Lo que sea que Mackey sabía se lo llevó a la tumba
O:¿Les dijo algo de McAllen?
N:Solo que tuviéramos mucho cuidado con ese tipo, esto huele mal Liv y necesitamos más para refundir a esos dos en prisión
O:Podría ser peor- trataba de ver el lado positivo, tenían a Lesly y a las demás chicas, las más jóvenes estaban dispuestas a atestiguar, solo esperaba que no se retractaran
N:Si puede- viendo la cara de su amiga sabía que no debía seguir ese camino, pero debía informarla de todo- los federales nos están dando un plazo para encontrar pruebas totalmente sólidas para dejarlos en la oscuridad total
O:¿Que más pruebas necesitan? Los tenemos grabados subastando drogas y a las chicas
N:Hablé con el agente Carson y quiere sepultar a estos idiotas con todo el peso de la ley
O:Bien- suspiró con pesar- ¿Cuánto tiempo tenemos?
N:32 horas

Estaban a contra reloj. Ahora más que nunca debían encontrar a las otras chicas y gracias a Rollins y Carisi tenían una oportunidad de hacerlo. Con ayuda de la asistente temporal del Fiscal obtuvieron órdenes de cateo para las seis propiedades pertenecientes a McAllen y Shephard. Revisando en Brooklyn, Long Island, el Bronx y Manhattan tuvieron éxito encontrando diez chicas más en diferentes casas de Manhattan y Brooklyn, mientras que en el Bronx hallaron los restos de dos chicas y un bebé, sería cuestión de horas para saber los resultados del forense y aplicar más peso a la condena del dúo criminal. Pero antes debían dar las buenas nuevas al dúo y esperar a que se incrimináran mutuamente.