Capítulo 9: El pasado te asecha.
Tras escuchar su voz aprieto fuertemente el brazo de Ares, este me mira sin entender al mismo tiempo que nos hace girar, rápidamente dirijo mi mirada hacia el suelo, lo menos que quiero es tener que hacer contacto visual con él, miro de reojo a Ares y se encuentra con la mandíbula apretada y el ceño demasiado fruncido, parece bastante molesto, ¿acaso lo conoce?, mierda no, no quiero que se entere de nada.
-Daniel Ford.- escupe su nombre con odio, por mi parte sigo sin ser capaz de levantar la mirada.
Siento como si me estuviera quedando sin aire y en cualquier momento me fuera a desmayar, no puedo creer que me encontrara.
-El magnífico Ares Thalassinos, ya ni respetas a las personas mayores que tú.-contesta,puedo imaginar esa maldita sonrisa en su cara.- Alexandra cariño, ¿no te dignas a saludarme?.- cada vez que dice mi nombre siento náuseas.
-No respeto a hijos de puta.- espeta el griego.- y creo que Alexa no quiere hablar con mierdas repugnantes como tú.- toma mi mano y me guía hacia donde supongo es la salida.
Me volteo de reojo y por primera vez luego de más de 6 meses vuelvo a ver el rostro del causante de muchas de mis desgracias, no puedo creer que haya estado solo a centímetros de él, Daniel me observa y me da una de sus sonrisas de lado, esas son las que peores recuerdos me traen, automáticamente mi cuerpo reacciona y siento como el aire no pasa a través de mis pulmones, comienzo a temblar y a llorar desconsoladamente.
Ares.
Aún no comprendo la reacción de Alexandra ante el hijo de puta de Daniel, era como si estuviera traumatizada, me sentí extraño al no entender que le pasaba y al percibir su miedo, no me gustó la sensación de que ella no se sintiera segura. Caminamos hacia mi auto, siento la mano de Alexa demasiado temblorosa y de un momento a otro se detiene. Me volteo hacia ella, se encuentra llorando, y respirando pesadamente por la boca mientras su cuerpo tirita, me acerco rápidamente.
-Hey, preciosa qué pasa.- tomo su mentón tratando de que me mire, ella solo llora y niega con la cabeza.- Alexa, respira, estás teniendo una crisis de pánico, vamos respira mi θεά.- la tomo por los hombros.
-N-o no p-uedo Ares.- continúa llorando, se me parte el alma verla así.
Estos días se que me he alejado de ella, pero es porque cada vez que la tengo cerca me siento extraño, nunca me había pasado que quisiera estar tan cerca de una mujer, besarla cada vez que la veo,querer hacerla mía a cada instante, cuidarla y protegerla,no sé qué diablos estoy sintiendo por ella,apenas nos conocemos hace una semana y algo.
-Ares no puedo.- su voz me hace volver a la realidad, Alexandra cubre su cara con sus manos mientras su cuerpo continúa temblando.
Sin pensarlo la abrazo fuertemente, siento su pequeño cuerpo estremecerse contra el mío, y como cada vez que la toco siento esa maldita corriente.
-Tranquila preciosa, estoy aquí.- susurro mientras la aprieto contra mi cuerpo, no quiero que se separe de mi, ni ahora, ni nunca. Siento como poco a poco deja de temblar y su respiración se normaliza, aún así no la separo de mi cuerpo, no quiero, y creo que ella tampoco.
-Gracias.- murmura despacio, la miro y sus preciosos ojos se encuentran rojos e hinchados, no me gusta verla así, alguien tan preciosa no debería llorar.
Antes de que se separe de mi cuerpo la tomó por la cintura y la hago rodear mi cadera con sus piernas, cargándola me dirijo hasta mi auto, nos adentro en él, y sin separarla de mi emprendemos rumbo hacia la casa.
Durante todo el camino nos mantenemos en silencio, no quiero presionarla a hablar sobre su reacción en la fiesta, y tampoco quiero cuestionar demasiado la actitud que estoy teniendo con ella, siempre he sido un hijo de puta, jamás me he enamorado ni involucrado sentimentalmente con alguien. Crecí en una familia donde el amor no existía,al menos no desde que mi madre comenzó a engañar a mi padre, desde ese entonces Zeus se convirtió en el hombre frío que es ahora,lo que hizo que a medida que yo fuera creciendo decidiera esconder mis sentimientos, me volví frío, me centré solo en mi mismo,dejé de mostrarme vulnerable frente a los demás y me prohibí mostrarme débil y sentir algo por alguien,así nadie podía dañarme ni destruirme como decía mi padre, pero desde que conocí a Alexandra, no se que siento, es confuso.
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MALDITO GRIEGO/ PAUSADA
Teen FictionAlexandra Jones no ha tenido una vida fácil,todo lo ha logrado con mucho esfuerzo,ella cree que su vida en Nueva York será mucho más fácil,que podrá cumplir sus sueños,pero la búsqueda de un nuevo trabajo cambia todos sus planes y la llegada de Ares...