MALDITO GRIEGO/ PAUSADA

Capitulo 10

Capítulo 10: Beso.

También acerco mi rostro al de Ares y él termina por acortar la distancia juntando nuestros labios, el beso es demandante, posesivo y necesitado, nuestros labios se mueven en sincronía, ambos necesitábamos esto, siento su lengua rozar mi labio inferior, por lo que le doy acceso, su lengua es dominante, pero la mía también, ambas comienzan una guerra, mientras nos besamos continuo deslizando mis manos por los abdominales de Ares, en cambio el con su mano izquierda sujeta mi cabeza para profundizar aún más el beso, rompo un poco el beso y me siento sobre él, sin pensarlo Ares toma bruscamente mi cabeza y me vuelve a besar, por que mierda no hicimos esto antes, besa como los dioses, siento un gran bulto bajo mi coño, lo que hace que suelte un gemido, Ares me mira,sus ojos se encuentran totalmente oscurecidos,lo cual me excita más, volvemos a besarnos, desabrocho rápidamente la camisa de Ares, inmediatamente puedo observar su marcado abdomen, su tatuaje en el pecho y su marcada V, Comienzo a moverme sobre el bulto del griego.

-Mierda θεά.- gruñe, comienza a besar mi cuello, mientras que cuela una de sus manos dentro del escote de mi vestido y aprieta uno de mis senos.

-Ares.- gimo sin poder evitarlo, rápidamente llevo mis manos al cierre de mi vestido, pero el griego se detiene, lo miro confundida.

-No quiero que hagamos esto hoy preciosa.- acaricia mi rostro, frunzo el ceño.- Hey no te enojes, no sabes cómo muero por hacerte mía, creo que esto lo demuestra.- toma mi mano derecha y la guía hacia su bulto.

-¿Entonces?.- lo miro.

-Contigo no quiero ir tan rápido, no eres como las otras mujeres, tú Alexandra eres preciosa, te muestras amable con todo el mundo, pero a la vez eres poderosa, no te dejas doblegar, no temes decir lo que piensas, actúas sin miedo, toda tu me cautivas.-toma mi barbilla con su mano izquierda y me hace mirarlo.- είσαι σίγουρα θεά.- murmura,adoro cuando habla griego aunque no entienda una mierda.- Y por eso quiero tratarte como solo tú lo mereces, aún no sé cómo, porque es la primera vez que siento esto por alguien,pero ambos lo sentimos y quiero que funcione.- sonríe de lado, me cuesta acostumbrarme a verlo sonreír,pero me encanta, Ares es perfecto.

-Estoy de acuerdo contigo.-le sonrío.

-Creo que deberíamos dormir, tuviste una larga noche.- me incita a recostarme en su pecho, se siente cómodo, me gusta.

[...]

La habitación se encuentra en total oscuridad como siempre solía estar, es sombría, llena de suciedad, un lugar totalmente repugnante para ser parte de una mansión tan enorme como lo es esta, se donde me encuentro, por lo que mi respiración se hace pesada y siento el temor recorrer cada rincón de mi cuerpo, hace mucho no veía este lugar, dirijo mi habitación hacia ese lugar en donde mis mayores desgracias ocurrieron, esa maldita cama, unos pasos fuera de la putrefacta habitación me ponen alerta, se que es él, y viene por mi, la puerta se abre lentamente y Daniel entra con esa maldita sonrisa en su rostro, automáticamente las lagrimas comienzan a deslizarse por mis mejillas, está enojado, se va a desquitar, no quiero estar aquí, no quiero que él me toque, se acerca dando zancadas y se detiene frente a mi.

-Por favor no.- susurro mientras niego con la cabeza, no de nuevo, no quiero.

-Te ves tan patética cuando suplicas cariño.- sonríe burlonamente.- Odio qué supliques.- se pone totalmente serio y toma bruscamente mi brazo.

-No, por favor.- digo mientras trato de soltarme, el me arrastra hasta la cama.

Forcejeo para que me suelte pero continúa tirando de mi brazo.

-Me estás hartando zorra de mierda.- me toma fuertemente del mentón.- Eres mi maldita puta así que vas a complacerme.- me sujeta del brazo causándome daño y me empuja sobre la cama.