Complemento

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Me desperté de un salto con el rostro empapado, ¿acaso estaba llorando?

Seque con la manga del pijama el resto de mis lágrimas. Había sido un sueño, el cual no recuerdo, pero que ha dejado un profundo sentimiento de vacío en mi interior, como si hubiera perdido algo y no supiera qué es.

El resto de la semana fue igual, despertaba entre llantos. Sentía la necesidad imperante de buscarlo, pero no podía, porque realmente no había perdido nada.

De pronto, punzante e intenso, un dolor de cabeza acompañó mi viernes desde que desperté y no, no se trataba de Lim.

—¿Escuchaste que la señorita Kang entró en labor de parto? —comentó Jackson, junto a Jaebeom, al tomar asiento en nuestra mesa.

Era la hora del almuerzo y se nos hizo costumbre juntarnos. Yo no presté mucha atención, ya que mi semana había sido una mierda y no tenía fuerzas ni para levantar la cabeza. Estaba tumbado, prácticamente, sobre la mesa en medio del inmenso jardín. Un área para descansar y relajarse.

—Ya se veía venir, ¿Quién dio la clase entonces? —siguió el hilo Mark.

—Una maestra sustituta, Jung Wheein. Aquí entre nosotros, Jaebeom está encantado con ella —susurró codeando a su amigo, el cual no hizo ni gesto como respuesta.

—Es una conocida, solo por eso le saludé

De pronto y sin razón alguna, tuve la sensación de que el aire no entraba a mis pulmones, algo había oprimido mi pecho y la sensación de vacío era como un hueco en mi estómago. Estaba muriendo, tal vez.

Tosía y tosía hasta que una mano palmeó mi espalda con delicadeza.

—Jinyoung, ¿estás bien? —esos ojos negros que aborrecía me miraban con real preocupación.

¿Cómo era posible tanta amabilidad? Apenas y nos saludábamos, por pura cortesía, en nuestros encuentros durante el día, que eran muchos a decir verdad.

Tenía a Lim hasta en la sopa.

—Tal vez necesita respiración boca a boca —bromeó Jackson viendo con picardía al pelinegro, el cual respondió con una mirada amenazante.

Yo seguía en mi nota mientras tanto, la presión era insoportable y el contacto de su mano en mi espalda comenzaba a hormiguear en toda mi piel, como una ola expansiva. Presioné mi mano contra mi pecho sin causar ningún cambio, por lo que levanté mi mochila para dirigirme a la enfermería.

—Jinyoung, espera. Déjame ayudarte

Jaebeom salió a mi encuentro, tratando de colocar mi brazo alrededor de su cuello para sostenerme; al inicio traté de apartarlo, pero su agarre fue más fuerte. Increíblemente, comencé a sentirme más tranquilo, mi respiración cogió un ritmo normal y el vacío interno parecía lleno ahora.

¡¿Qué demonios me sucedía?!

Durante el pequeño transcurso por el pasillo, tuve tiempo para fijarme en su rostro. Su piel era totalmente blanca, casi sin imperfecciones, sus cabellos al igual que sus ojos eran tan negros, que podías perderte en medio.

Agité un poco mi mente, no quería seguir pensando en Lim y mucho menos ahora que le debo la vida, bueno... un favor.

Ello me hacía odiarlo más.

—¿Jaebeom, qué pasó? —una mujer pelinegra de labios rojos nos recibió cuando entramos a la enfermería.

—Mi compañero no puede respirar —la cara de Jaebeom, al verla, se iluminó.

Soulmates [Bnior/JJP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora