Hola hermanita. Parte 1

12.1K 1.1K 50
                                    

Heidi me llevo hacia el patio del terreno de los Vulturis, era inmenso y muy espacioso. La mujer aun sosteniéndome por la cintura con gentileza me sentó en uno de los bancos y pocos segundos después ella se coloco a mi lado.

Apreté mis puños con enfado y me incline hacia adelante, apoyando mis codos sobre mis piernas, la mano de Heidi acaricio mi espada en un intento para calmarme.

—Lo siento, seguramente tienes otras cosas más importantes que hacer— murmure, enderezándome lentamente y quitándome las lagrimas de impotencia y enojo que se deslizaban por mis mejillas.

—No hay nada más importante que estar contigo, y más en este momento— dijo Heidi con firmeza.

Parpadeé y no dije nada por lo que dijo la mujer, usualmente coqueta que ahora estaba muy seria. . Mire el pasto del jardín tan extenso y luego mire unos segundos al cielo, antes de levantarme del banco donde nos encontrábamos.

—Debo irme, ahora que Walter esta a salvo— dije con frialdad

Los ojos de Heidi se oscurecieron por mis palabras y se levanto para mirarme con seriedad y con tristeza por mis palabras, desvié la mirada, no quería verla de esa forma por mi culpa. Pero tengo que regresar y enfrentar a los ancianos por lo que saben y no quieren decir, incluso hacer que Elona salga del amazonas y ayude con lo que esta planeando mi hermano.

—Puedes quedarte aquí, a nadie le molestaría— dijo Heidi poniendo una mano en mi mejilla y acariciando con sus dedos mi pómulo.

Sonreí levemente por su propuesta, pero no puedo quedarme aquí. Estaba por contestarle, cuando note a Demetri aparecer con su velocidad y parecía perturbado por algo.

—Jane y Alec, no hay señales de ellos— dijo Demetri —Ni ninguno de los guardias que fueron mandados a ese pueblo—

Me tense por eso y mire a los ojos rojos del hombre, no me estaba doliendo nada por lo que mis improntas debían seguir con vida, pero ¿Qué les paso? Luego mi cerebro recordó lo que había dicho Walter, que Thomas estaba por los alrededores....

—¿Dónde? — pregunte mirando con desesperación a Demetri

—¿Dónde qué? — pregunto Demetri mirándome con cautela, mientras Heidi puso una mano sobre mi hombro para intentar calmarme.

—¿Dónde está ese pueblo? — pregunte más específicamente 

—¿Por qué quieres saber? — pregunto Demetri con los ojos entrecerrados y Heidi me miro con curiosidad.

—¡Solo dime! — grite enojada, sorprendiendo a ambos vampiros

—Al norte de aquí, casi a las afueras de Volterra— contesto Demetri

Sin contestar me gire para irme por el pasillo, pero la mano de Demetri agarro mi muñeca y Heidi con su velocidad apareció frente a mí.

—No hay tiempo que perder, sé lo que podría estar pasando con Jane y Alec, además de los otros guardias, sé la amenaza que hay en ese pueblo ¡Tengo que ir! — dije con desesperación al pensar en mi improntas a merced de Thomas.

—¿Qué hay allí? — pregunto la voz autoritaria de Caius

Los tres giramos la cabeza para ver a los tres reyes con Felix a un costado de ellos y Chelsea en el otro.

—Esta relacionado con la garra que encontraron dentro de mi— conteste sin dudarlo y note como los ojos de los vampiros brillaron con ira por eso —Tengo que ir, prometo que les contare lo que esta pasando, pero ¡Tengo que ir ahora! —dije con determinación.

—Iré contigo— dijo Caius —Si hay hijos de la luna involucrados, debo terminar mi trabajo— gruño el rubio.

Hice una mueca por eso, ¿Me aceptara si sabe lo que soy?, asentí con la cabeza lentamente y note como me miraban con curiosidad por mi reacción. Me gire y camine hacia uno de los pasillos, mientras escuchaba los pasos de Caius detrás de mí, así como su aroma cerca de mí.

............................................................

Gracias a Caius no me volví a perder dentro de ese castillo donde los olores de mi improntas son más concertados y me distraía con facilidad.

Caius corrió con su velocidad de vampiro, mientras mantenía la velocidad a su lado en mi forma de lobo. El rubio me guía hacia el pueblo, evitando a los humanos y entrando por lugares que nunca pensé para tomar atajos.

El rey rubio me miro unos segundos y parecía sorprendido que pudiera seguir su velocidad. Resople por eso y continuamos nuestro camino.

Cuando el olor a sangre, vampiros y.... el olor de Thomas, pero había algo extraño en el aroma que recordaba. Ambos nos detuvimos donde antes debió haber sido un hermoso pueblo, ahora estaba destrozado con cadáveres por todos lados y pedazos de miembros de vampiros por todos lados.

El aroma de Alec llegó a mi nariz y corrí en esa dirección seguido de Caius. Encontramos al chico contra la pared de derrumbada de una de las casas. Parecía inconsciente y eso me preocupo ¿Los vampiros pueden quedar inconscientes?

—Eso es imposible— murmuro Caius mirando al chico

Mire a mi alrededor buscando a Jane o intentando concentrarme en su aroma. Pero me tense cuando veo a un hombre salir de una de las casas destrozadas con la rubia inconsciente en sus brazos.

Mis ojos se posaron en los que alguna vez conocí y amé, gruñí mostrando mis colmillos afilados, mientras el pelo de mi lobo se erizaba. Caius que había estado agachado observando a Alec, se endereza lentamente y sus ojos rojos intensos sobre Thomas.

Thomas sonrió mostrando dientes afilados, pero sin igualar a los de un lobo enojado, luego de mirar a Caius unos segundos sus ojos volvieron a los míos.

—Hola hermosa, cuanto tiempo ¿Cómo estás? — pregunto Thomas con felicidad de verme. 

La loba de los vampiros (Twilight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora