Corin

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AVISO: La imagen de arriba representa a como seria Corin 

Apreté los dientes con dolor mientras me quitaba la sustancia negra de mi cuerpo, mientras sentía la tensión de Carlisle al ver mi dolor evidente, además de Victoria que no quiso irse de mi lado.

Los demás también habían sido reacios a irse por mi estado herido, pero sabían que Carlisle trataría mis heridas.

—¿Estas segura que no podemos ayudarte con eso? Estas sufriendo mucho— dijo Victoria con los dientes apretados mientras sus ojos rojos ahora eran negros. No puede contestar y continúe con el trabajo de quitarme la sustancia, por suerte Carlisle contesto a la pregunta de la pelirroja.

—Nos causaría un dolor peor que el que esta sufriendo Xenia en este momento— explico Carlisle

—No me importa el dolor, si eso permite que ella deje de sufrir tanto— contesto sin dudarlo Victoria, sorprendiendo a los otros dos.

—Pre-fe.... Prefería que no lo hagas— murmuré sin poder evitar el dolor que salió con mis palabras —No. Quiero... dañar a otra de mis improntas—

—Corin dijo que no la dañaste, Xenia— dijo Carlisle

—No le creo— conteste con una gruñido de por medio, mientras caía de rodillas, antes de levantar una de mis manos hacia los dos vampiros que ya estaban acercándose hacia mi —Estoy... bien—

—Si claro— gruño con sarcasmo Victoria

Lo ultimo de esa sustancia dejo mi cuerpo y me deje caer hacia atrás para apoyarme contra la pared mientras jadeaba por el dolor. Mi piel estaba de un color muy rojo después de estar refregando para quitarme esa cosa.

—Necesito tratar tus heridas, Xenia— dijo con calma Carlisle acercándose hacia mí, con Victoria siguiendo al hombre.

Asentí cansada, pero no tenía energías para levantarme por lo que Victoria me levanto en sus brazos para llevarme hacia la cama donde estaban todas las cosas medicas del rubio. Suspiré y escondí mi rostro en el cuello de la pelirroja, sabiendo que esto también seria doloroso.

Victoria ronroneo por mis acciones y para intentar calmarme, ella me coloco con suavidad sobre la cama y se coloco en mi otro lado sosteniendo mi mano y acariciando mi cabello con su otro mano.

—Conoces el procedimiento Xenia— dijo Carlisle con una leve sonrisa

—Solo hazlo, Doc— conteste con una sonrisa tensa, él asintió y procedió a poner sus manos sobre la zona de mis costillas que ahora que estaba en ropa interior que me permitieron ponerme.

Un claro ruido de huesos rotos resonó en le habitación cuando el rubio tuvo que volver a romperme las costillas para que se acomodaran en el lugar correcto.

Giré mi cabeza y escondí mi rostro en el pecho de la pelirroja, quien siguió acariciando mi cabello con dulzura y beso mi cabeza. Su otra mano seguía agarrando la mía, a pesar de lo fuerte que me encontraba apretando su mano.

Impulsivamente por el dolor, mordí el cuello de la pelirroja, haciendo que ella jadeara por mi inesperada acción. Su agarre se hizo un poco más fuerte además de sus caricias, pero no hizo nada para apartarme.

—No juegues con fuego— gruño en voz baja Victoria de forma seductora

Cuando Carlisle dejo mis costillas, permanecí escondiendo mi rostro en el cuello de la pelirroja, ya que el dolor aun seguía molestando. Lentamente deje de morderla y mire la marca en su cuello, hice una mueca.

—Lo siento— murmure alejándome un poco, solo para que los labios de Victoria chocaran con los míos en un beso apasionado.

—Yo no— murmuro Victoria con nuestras labios rozándose luego de alejándonos un poco.

La loba de los vampiros (Twilight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora