La loba de los vampiros (Twilight)

Walter. Parte 2 (Maratón 10/10)

Mi hermano dio un paso más cerca de mi con el ceño fruncido —¡Dime la verdad Xenia! — grito enojado.

Resople con diversión y burla por sus palabras, cosa que hizo que él se enojara más —¿Y tú? ¿Me has dicho la verdad todo este tiempo? —

—Claro que si— dijo Walter sin dudar sin un segundo —¡Responde a lo que te pregunte! —

—No te creo— dije con voz fría, que hizo que Walter diera un paso hacia atrás, pero aún seguía mirándome con enojo.

—Te estoy diciendo la verdad, esos chupasangres se metieron en tu cabeza ¿Es eso? Todo lo que dijeron es mentira— acuso mi hermano.

—No los llames de esa manera— dije mirándolo con enfado —¿Por qué estás en Volterra? —

—No has contestado a mi pregunta— dijo Walter cruzándose de brazos.

—Y tú no has dejado de mentirme— acuse

—¡Que no te estoy mintiendo! — grito enojado

—Y yo no te creo— conteste de forma cortante —¿Por qué estabas en Volterra? — repetí mi pregunta y también me cruce de brazos.

—Eres un mal criada— dijo entre dientes enojado mi hermano

—Si, me criaron mentirosos— respondí con los ojos entrecerrados

—No es momento de pelear entre nosotros y más con vampiros en todos lado en este castillo. Pero seguramente no nos harán nada, ya que al parecer tienes a tu impronta— dijo mi hermano con agresión.

—¿No era que no querías pelear? — me reí sin humor —Y si, ella es mi impronta— conteste sin dudarlo —En realidad debo tener como 30 y algo de improntas y todos son vampiros— dije mirando como los ojos de mi hermano se abrían con incredulidad —¿Ahora me dirás porque estabas en Volterra? —

 —Tardaste mucho en regresar, y a escondidas escuché a los ancianos hablar que Thomas estuvo por estos alrededores, pensé que si tal vez...— murmuró Walter mirando hacia otro lado.

—¡Eres un idiota! — grite enojada

—¡Tú también hubieras hecho lo mismo! ¡No quiero que él muera! — grito Walter —Luego me deje seducir por una mujer, que por idiota no me di cuenta de que era un vampiro y me llevo este castillo junto con los turistas y bueno.... sabes el resto—

—Thomas, ya no es.... bueno— dije lentamente con lágrimas acumulándose en mis ojos

—Tu tampoco puedes crearlo, Xenia— dijo Walter también con lágrimas acumulándose en sus ojos.

No conteste y me senté en una de las sillas de la habitación, respire hondo intentando calmarme, y luego mire a mi hermano —Elona me conto todo—

Note a mi hermano tensarse y tragar saliva, se giro para mirarme, luego hizo una mueca —¿Qué te dijo? — preguntó Walter.

—Que soy mitad cambia formas y mitad hijo de la luna— dije sin emoción en mi voz.

—Si— dijo lentamente Walter

—Y estuviste negando todo, hasta que te lo dije— comenté con enojo

—Se lo prometí a los ancianos— dijo lentamente Walter

Me levante de la silla con rapidez y me acerque a mi hermano con enojo —¡¡Me estuvieron mintiendo todo este tiempo!!— lagrimas empezaron a deslizarse de mis ojos por la impotencia que sentía.

—Creíamos que era lo mejor— admitió Walter mirándome a los ojos —Xenia, eres mi hermana, te amo e intente protegerte—

—¡Mintiéndome! ¡Me dejaste creer todo este tiempo que la muerte de nuestros padres no fue mi culpa! ¡Y que ellos a pesar de lo que hicieron me querían! — grite enojada

—¡Te querían! — respondió gritando Walter —Todos te queremos, Xenia— dijo con voz quebrada Walter.

—¿Cómo puedo creerte? — dije con ira —Puede que me hayan querido cuando no sabían la verdad—

—Eso no es cierto, Xenia— contesto mi hermano con la voz quebrada y dando un paso hacia mí, pero de inmediato di un paso hacia atrás.

—Vete, nadie de los vampiros del castillo te hará daño, puedes regresar a la reservación y decir que la abominación de Xenia, jamás regresara allí— gruñí con lágrimas deslizándose por mis mejillas.

—¡Xenia! — grito Walter corriendo hacia mí. Felix dio una paso y se interpuso entre nosotros y miro a mi hermano con el ceño fruncido. —Xenia, no seas así. Hablemos—

—Ya dijiste sufriente— conteste de manera cortante

En eso, unos pasos acercándose llegaron a mis odios y vi a una de mis improntas que todavía no sabia su nombre.

—¡Tu! ¡Todo es tu culpa! — grito enojado Walter

—Disculpa, haberte traído al castillo— dijo la mujer con una mueca —De saber que eras el hermano de Xenia, no lo habría hecho—

—Heidi, llévate a Xenia para tome aire— dijo Felix mirándome con tristeza

—¡No! ¡Tenemos que hablar! — grito Walter

—Heidi, por favor— dije mirando a la mujer, quien se coloco a mi lado y me rodeo con uno de sus brazos por mi cintura y empezamos a caminar por uno de los largos pasillos, mientras ignoraba los gritos de mi hermano.