CAPITULO I

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"IT WAS HER AGAIN"

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"IT WAS HER AGAIN"

P.O.V Omnisciente

- ¡Chicas, Vámonos! - dijo un alto pelinegro mientras pasaba por la habitación de su hermana menor, mientras que las chicas que se encontraban en este terminaban de arreglarse.

La pelinegra luciendo un ajustado vestido blanco de dos partes, decidiéndose por cual peluca escogería, mientras la rubia ahora platinada con mechas rosas fluorescentes, tenía que agradecerle a su amigo el brujo por ellas, pues solo eran temporales y duraban unas horas, Perfecto para usar ese estilo de cabello solo en la misión, trataba de acomodar el incómodo vestido que se había colocado, ella no iba a ser la distracción, pero a su parabatai le encantaba que combinaran en la mayoría de las misiones, y más en las que eran cómo está, en un club, donde solo los subterráneos y otros cazadores podrían verlos.

La rubia vestía un lindo vestido rosa opaco de lentejuelas, el cual dejaba ver su clavícula, no tenía tanto escote, pero tenía una pequeña abertura en la pierna y solo dos tirantes, los cuales iniciaban un poco arriba de su pecho y terminaban en su espalda baja, pues Isabelle la había obligado usar aquello, diciendo que aunque el vestido no era muy su estilo, y mostraba mucha piel, aquel vestido le quedaría de infarto, tratando de que su parabatai confiara en ella, alegó que sus largas y lindas piernas se vería geniales en el, y cuando vio la cara de su hermana, Quinn no pudo negarse; llevaba unos tacones negros con fondo rojo, los cuales tenían unas incrustaciones de plata en la parte del tacón y talón, haciendo que se asemejara a una enredadera.

La chica llevaba su cabello, ahora platinado con mechas rosas, en un peinado simple que constaba de hondas que Izzy le había ayudado a hacer, un poco de labial rosa casi rojo, y su collar con forma de ángel; sin olvidar su estela, claro.

La chica se dio una última ojeada en el espejo para por fin hacerle caso a Alec y salir de la habitación junto a Isabelle, así, ambas alcanzando a al mayor.

- Hola hermano mayor. - saludó la pelinegra a Alec. Mientras el chico las veía con una mirada exasperada debido a su tardanza, "no fue tanto tiempo" , pensó la platinada.

-Hola Alec. - saludó juguetona la rubia, haciendo que el chico quitara su mala expresión y se sonrojara un poco. El chico volviendo la atención a su hermana.

-¿Es en serio?- preguntó haciendo noción a la peluca que llevaba su hermana en las manos.

-Que te puedo decir, los demonios aman a las rubias, ¿no es así, Q?-dijo la Lightwood menor mientras le daba un leve empujón a la rubia.

-Es cierto, Iz-le contestó siguiéndole el juego, mientras le regresaba el leve empujón. Fue ahí cuando el Lightwood mayor se dio cuenta del cambio de cabello de la rubia.

𝙇𝙊𝙑𝙀𝙇𝘼𝘾𝙀 - shadowhunters Donde viven las historias. Descúbrelo ahora