𝙇𝙊𝙑𝙀𝙇𝘼𝘾𝙀 - shadowhunters

CAPITULO V

"GREAT, MORE FOR ME THEN!"

P.O.V Omnisciente

No fue hasta que el pelinegro habló cuando Quinn salió de su trance, dándose cuenta que tenía la mirada de la pelirroja en ella.

-Y desde la revuelta se nos ha prohibido si quiera escuchar sobre el círculo.- continuó explicando el mayor, para ser interrumpido por la pelinaranja.

-Pero, ¿como es posible? Es tu historia.-dijo la rojiza aun sin creer lo que escuchaba. Quinn soltó una pequeña y nasal risa antes de hablar y seguir a Jace.

-Vaya, lo dice la chica que no sabía que era una Shadowhunter.-dice la rubia mirándola con burla, siguiendo los pasos de Jace, para que luego la naranja le contestara.

-Si, si, tienes razón.-empezó la pelinaranja con un tono brusco, haciendo que la rubia pusiera sus brazos en sus caderas, dándose media vuelta para ver a la menor, haciendo que esta retrocediera un paso, intimidada, pero aún así hablando.-Y soy la única que sabe que la verdad está perdida, así que, no me importan sus reglas o lo que esté prohibido...-dijo la zanahoria, mientras los cuatro Shadowhunters se encontraban con Isabelle, está checando las computadoras del lugar, la rubia girando los ojos cada ves que la menor hablaba.-Tiene que haber alguien que nos diga por qué se llevaron a mi madre.-y la rubia rodó los ojos por milésima vez en el rato que la pelinaranja llevaba despierta, la rubia no entendía a esta chica, hay millones de demonios sueltos en Nueva York y el probable regreso del círculo, ¿y lo único por lo que ella se preocupa es por su madre? Debería al igual que todos, empezar a ver por el bien común y luego sus necesidades, o bueno, eso pensaban la rubia y el pelinegro, ambos mirándose y rodando los ojos.

-Lo hay, ¿vienes?-preguntó Jace, liderando el camino, haciendo que la pelirroja contestara rápidamente.

-Si.-dijo ella.

-No no no, tú no.-le dice el rubio al mundano, parándolo.

-Oye, el irá conmigo.-le contesta a la defensiva la pelirroja, haciendo que Jessamine volviera a rodar los ojos, pensando que si seguía así, se le iban a quedar chuecos por el resto de su vida.

-Si.-contesta rápidamente el mundano, en forma de apoyo a la respuesta de su amiga.

-Hay runas en el piso de la sala de entrenamiento que matarían a tu novio mundano.-dice Jace, para que rápidamente ambos se excusaran, negando cualquier tipo de relación amorosa entre ellos, y ahí fue cuando la rubia se dio cuenta de lo que hacía Jace, insinuar que era su novio para ver si la pelirroja estaba disponible, "inteligente...le daré un punto por eso" pensó Quinn.