Reina

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-Narra Mimi-
Estaba sentada esperando a Miriam cuando la vi entrar y venir hacia mi, me levanté y dejé un beso sobre sus labios.

Mimi: Hola reina -sonreí-
Miriam: Hola amor -dijo sonriendo-
Mimi: ¿Que tal? -dije mientras nos sentábamos-
Miriam: Muy bien -sonrió- ¿y tu?
Mimi: Bien, ya me dijo Ana que estuvo en tu casa
Miriam: Si, ¿ya te contó el porque no?
Mimi: Si si, tranquila
Miriam: Ah vale -rió levemente- no quería cagarla, es que vino a pedirle ayuda a Agoney porque no sabía cómo contártelo
Mimi: Ya le dije que no pasaba nada, si ella es feliz yo también, además así puedes venir tu más a casa
Miriam: Ay madre -dijo riendo-
Mimi: Pero si lo estás deseando boba, hoy Ana va a estar en casa de Jorge, vente a casa y te quedas a dormir
Miriam: Vale -sonrió-
Mimi: ¿Pedimos?
Miriam: Claro

Pedimos cada una lo nuestro, Miri cogió pasta con pesto, y yo un risoto.
Nos pusimos a hablar de diferentes cosas hasta que nos trajeron la comida, comimos entre risas y conversaciones sin sentido, y cuando terminamos las dos, pagamos y fuimos a dar un paseo.

Mimi: Amor
Miriam: Dime
Mimi: ¿Cuando te vuelven a dejar a Sarita?
Miriam: Pues no lo se la verdad, pero mañana iba a comer a casa de mi hermano, vente si quieres
Mimi: No no, no quiero molestar
Miriam: Pero si tu no molestas, además a Sara le va a encantar verte, luego llamo a mi hermano y se lo digo
Mimi: Bueno vale
Miriam: -sonrió y me dio un pico- te quiero
Mimi: Y yo -sonreí- muchísimo

Después de estar paseando un rato, fuimos a mi casa, donde los tiramos en mi cama simplemente a darnos mimos y a disfrutar de la otra, besos, caricias, y bueno, algo que ya todos sabemos.
Miriam fue a ducharse y yo me quedé en la habitación, pero me aburría así que decidí ir con ella, me quité la poca ropa que llevaba y me metí en la ducha abrazándola por detrás, y pegándola un susto.

Miriam: Mimi yo te mato -dijo riendo- que susto me has pegado cabrona
Mimi: Anda anda, exagera'
Miriam: No exagerada no, casi me pego al techo en plan gato -dijo riendo-
Mimi: Bueno -reí- no ha sido para tanto
Miriam: ¿Quieres más fiesta o que?
Mimi: Hombre no me voy a negar, pero estamos cansadas las dos, así que con la ducha me vale
Miriam: Vale -sonrió y terminó de ducharse-
Mimi: ¿Me esperas porfi?
Miriam: Vale, pero fuera de la ducha que me voy a arrugar
Mimi: Venga vale -miriam salió y yo seguí con la ducha ya que solo me había lavado el cuerpo-
Miriam: ¿Que toalla cojo?
Mimi: La morada
Miriam: Vale -dijo mientras se la enrollaba al cuerpo- voy a llamar a mi hermano mientras ¿vale?
Mimi: Vale -dije mientras terminaba de lavarme el pelo-

-Narra Miriam-
Mientras Mimi terminaba de ducharse, yo aproveché para llamar a mi hermano y preguntarle si no le importaba que fuera con Mimi a su casa.

(LLAMADA)
Efrén: Hola hermanita
Miriam: Hola
Efrén: ¿Que pasa?
Miriam: ¿Puede venir Mimi mañana a comer?
Efrén: Claro, dila que se venga sin problema
Miriam: Gracias tato, era solo eso
Efrén: Pues te paso a la enana que quiere hablar contigo -dijo riendo-
Miriam: Ah vale -reí-
Sara: Titaaa
Miriam: Hola princesa, ¿que tal?
Sara: Muy bien, mami me estaba haciendo dos coletas
Miriam: ¿Ah si? que guay, ¿pero la has dejado terminar esta vez?
Sara: No -dijo riendo- solo llevo una, porque quería venir a hablar contigo
Miriam: Menudo bicho eres -reí- ve con mami anda no se vaya a enfadar, si mañana voy a casa y podemos hablar todo lo que quieras
Sara: ¿Enserio?
Miriam: Claro amor, mañana comemos juntas
Sara: Vale, adiós tita, te quiero
Miriam: Y yo a ti cariño -sonreí y escuché como le pasaba el teléfono de nuevo a mi hermano-
Efrén: Inés casi la mata, no se está quieta -dijo riendo-
Miriam: Ya me ha dicho que no la ha dejado terminar de hacerle las coletas, es un bichillo
Efrén: Ha salido a la tita
Miriam: Mentira, yo era muy tranquila
Efrén: Cuando dormías -rió-
Miriam: Anda tonto -reí- mañana te veo
Efrén: Vale, te quiero enana
Miriam: Yo más
(FIN DE LA LLAMADA)

Creo que te quiero un poco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora