Numerito

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-Narra Miriam-
Me cambié de ropa ya que mi turno había terminado, y tras eso fui a la mesa en la que estaban mis amigos y me senté con ellos.

Agoney: Bueno, aquí tenemos algo de que hablar
Miriam: ¿El que?
Agoney: Mañana es tu cumpleaños, ¿Que piensas hacer para celebrarlo?
Miriam: No pensaba hacer nada la verdad, supongo que ir a casa de mi hermano a ver a la peque, y a estar con ellos y poco más
Agoney: Eso por la mañana, pero por la noche nos iremos de fiesta ¿No?
Mimi: Esoo
Miriam: Vosotros dos buscáis cualquier excusa para ir de fiesta aunque sea lunes -reí-
Ana: Pff no lo sabes tu bien
Miriam: Mimi no se tanto, pero Agoney no aguanta sin ir a una fiesta un solo fin de semana
Ana: A Mimi le pasa igual -sonrió-
Miriam: Son un caso
Ana: Y tanto

En realidad me alegraba poder entablar una conversación con Ana sin reproches de por medio, ella fue una persona muy importante para mi, y por mucho daño que me hiciera, la tenía un cariño especial.

Mimi: Que si, que somos unos borrachos los dos -dijo riendo y provocando nuestras risas- ¿Pero hay fiesta o no?
Miriam: Ya lo veremos
Agoney: Eso es un si en toda regla
Nerea: Siempre que dice "ya veremos" es un si, asi que Mimi vete sacando el vestido -dijo riendo-
Miriam: Os odio, me conocéis demasiado
Agoney: Pero nos quieres -dijo riendo-
Miriam: A ratos -reí-
Agoney: Uy que feo eso que me has dicho -dijo el con su dramatismo haciéndose el ofendido-
Miriam: No empieces doña dramas
Agoney: Ellaaa dramáticaaa
Miriam: Pero que no me robes las frases -reí-
Agoney: Anda quejica
Ana: Oye chicos, ¿Merendamos por ahí todos juntos?
Mimi: ¿Pa' que si ya estamos aquí?
Miriam: Yo estoy con Ana eh, por cambiar de aires
Ana: Exacto

Sabía perfectamente por que quería irse, veía que Pablo, mi novio, venía hacia la cafetería, ellos nunca se llevaron bien, y conociéndole a el, le montaría el numerito, o más bien, nos lo montaría a las dos.

Mimi: ¿Pero que os pasa?
Miriam: Nada, pero podemos ir por ahí a por un helado o lo que sea
Agoney: Estáis raras
Nerea: Es verdad

Y en ese momento entró Pablo por la puerta, Ana y yo nos miramos con miedo de lo que pudiera pasar, ya era muy tarde para huir.
En cuanto nos vio, vino hacia nosotros, y yo me levanté para dejar un beso sobre sus labios.

Pablo: ¿Que tal princesa?
Miriam: Muy bien, nos íbamos ya por ahí
Pablo: Y yo que venía a verte, pensaba que podríamos ir a tomar algo
Agoney: Vente con nosotros si quieres

Entonces Pablo lo miró, y la vio a ella, su cara cambió de un momento a otro, y empezó a liarla como la última vez que la vio, un poco después de que la canaria y yo lo dejáramos.

Pablo: ¿Que hace ella aquí?
Miriam: Pablo no empieces
Pablo: Te puso los cuernos, estuviste meses llorando por ella, y ahora estás como si nada
Miriam: Pues si, lo hizo, pero joder hay que empezar a perdonar a la gente ¿no?
Además no pasa nada, está todo bien
Pablo: No me fío de ella
Miriam: Pues yo si, y si vas a seguir con el numerito vete por favor
Pablo: ¿Prefieres quedarte con ella?
Miriam: ¿Sinceramente? si, porque ella no la ha liado en ningún momento, tu ha sido llegar y ya has empezado a montar el numerito
Pablo: Yo flipo
Miriam: Y yo más -dije sentándome de nuevo en la silla- vete por favor
Pablo: Adiós -dijo yéndose-

Creo que te quiero un poco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora