Corríamos en la noche como sombras que se deslizaban por las calles.
Las nubes ya se habían dispersado y se podía ver una brillante luna menguante.
As era muy rápido, yo no comprendía cómo podía moverse tan fluidamente con su lago abrigo.
Al principio corríamos a la par, pero cada vez se había ido alejando más, al punto que tuve que gritarle.
-¡As! ¡Corre más lento! ¿Cuál es el apuro? –Mi respiración estaba entrecortada- ¡Habías dicho que teníamos un tiempo extra!
-¡Exactamente! ¡Tenemos que aprovecharlo al máximo! ¡Mueve esas piernas!Corrimos un rato más, hasta que yo me vi obligada a parar. Sentía mis pulmones vacíos, congelados y dormidos.
-Mierda –dijo tras un chasquido de lengua As- así no va a rendir el intervalo. Vamos –se puso en una posición extraña, como si quisiese que yo me subiese a su espalda.
-¿Estás de broma, no? ¿Quieres hacer de caballito? –dije con una mueca de incomprensión en mi rostro.
-Es justamente lo que estaba planeando.
Me crucé de brazos.
-Está bien, pero cuidado con dónde pones las manos.Para mi sorpresa, la velocidad del chico no disminuyó. Era muy fuerte.
En cierto tramo de la carrera le escuché jadear mínimamente, pero enseguida recuperó fuerzas.
Cuando ya llevábamos más de veinte minutos así, el frenó abruptamente y casi me caigo. Soltó mis piernas y volví a poner los pies en la tierra.
Me acerqué a ver qué era lo que As estaba observando fijamente.
Justo debajo de un farol apagado, se encontraba un cadáver.Tenía varios cortes en el cuello, cortes parejos, como de un cuchillo de hoja lisa.
De estos, manaba muchísima sangre, que formaba un charco en las baldosas de la acera.
Un camino de hormigas iba desde un pequeño agujero en el suelo hasta las heridas del hombre, hasta su carne.-Qué desagradable –es lo único que se me ocurrió decir.
Vi que los labios de As se movían levemente, como si dijera algo en voz baja.
Me miró.
-Parker.Tenía razón. Sacó una linterna de plástico color verde e iluminó a la cara del cuerpo.
Era el borracho Clint Parker. Solo que ahora tenía una expresión desagradable; sus ojos vidriosos y su boca abierta, con la lengua cortada. Por cómo se veía el corte, pensé que habría sido hecho manualmente.Sentí nauseas. Nunca me llevé bien con la sangre.
El cadáver aún apestaba a bebida, solo que ahora se le sumaba un olor que iría el aumento; el de la putrefacción.Lo más horrible del asesinato se encontraba a unos centímetros de Parker; una lengua con una carta, un naipe, a su lado. Tenía el símbolo “♥”, repetido cuatro veces. Una vez en cada esquina del objeto.
-Claire, ¿sabes lo que significa un cuatro de corazones? –me preguntó As.
-Ilumíname.
-Douglas. Daryl Douglas –dijo, con una voz temblorosa que nunca había escuchado de él ¿estaba asustado?
-¿El mismo Douglas de tu lista? –lo miré con una ceja levantada.
-Sí, ese. “Doble D”. Es alguien peligroso –afirmó mordiéndose la uña de uno de sus pulgares.
-¿No tenías planeado darle una lección? Pareces temerle.
-Recuerda el orden de la lista. Tenía planeado contar con tus recuerdos y con Bessie antes de encontrarnos con él –Seguía con un tono nervioso.Alejé la lengua cortada con la punta de mi zapatilla y levanté el naipe.
-¿Y puedo saber quién o qué es Bessie?
-Todo a su debido tiempo, Clai… -no pudo terminar la oración, ya que una voz aguda, intranquila y potente sonó por todo el lugar.“Así que me tienes miedo, As” dijo. “Así que planeas darme una lección, As. Ven. Ven, juega conmigo, e inténtalo”.
As temblaba. Apoyado contra la pared de la casa que teníamos al lado, en la acera, cayó sentado al piso, y escondió la cabeza entre las rodillas, cubriéndola con los brazos.
La tensión se sentía en el aire, y el miedo de mi guía lo habría notado cualquiera.Se encendió una de las luces de la cuadra, uno de los faroles.
Proyectó una sombra tétrica y larga. Pude distinguir una figura humana, sosteniendo lo que pensé sería su arma en la mano derecha.
La sombra fue reduciéndose cada vez más hasta regresar a los pies de su dueño, que avanzaba hasta que la luz le dio en la cara, y pude verlo.Era muy joven. Sería menor que yo, y tenía una expresión muy alegre en el rostro.
Sonreía como un niño pequeño, con dulzura. Sacó la lengua para afuera y tiró de sus orejas, como una burla infantil.
Luego me mostró una ensangrentada carta. Cuatro de corazones.
Pasó por su lengua el borde de la cara reversa, de modo que yo aún pudiera ver el símbolo.-T-tú… ¿Tú eres Douglas? –pregunté. Ahora entendía el miedo de As. Esos ojos. Esos ojos diabólicos que no parpadeaban, y tenían un efecto paralizante.
Escuché nuevamente esa voz, pero esta vez se dirigió a mí, y pude ver las palabras salir de la boca del muchacho.-¡Oh, mi nombre no importa! Solo espero que nos llevemos bien y podamos jugar durante todo el intervalo…
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Como un juego de Poker [En pausa].
Science FictionClaire despierta en un callejón oscuro sobre un trozo de cartón viejo. Lo último que recuerda es que tenía que asistir a una importante cita con el casero de su apartamento. La única persona que está con ella, es un extraño chico llamado AS, que n...