X: Preguntas y respuestas.

109 4 6
                                    

-Vaya preguntas… Sería mejor que te quedaras calladita y fueras aprendiendo sola –sacó un cigarrillo. Lo encendió con un encendedor azul y le dio una calada. Suspirando, echó el humo-. Veamos… Aquí en Bodder las cosas funcionan de manera diferente, como te habrás dado cuenta. También la hora. Digamos que, una vez a la semana, cae el intervalo, en un momento aleatorio. Todos los relojes dejan de correr, y las actividades por hora se detienen. Por ejemplo, la salida del tren, si hubiesen trenes en este maldito lugar. O el programa de televisión de las ocho. El tiempo no se retrasa, se detiene. El intervalo puede durar una hora, pero al terminar la hora será la misma que al empezar el lapso.
-Así que cuando hablabas de tiempo extra –puse una expresión burlona-, ¿no querías perderte tu telenovela?

Expulsó la bocanada directo hacia mi cara, y tosí.
-No seas idiota, nos ahorraría algo de tiempo para las tareas –me dijo.
-Aún no entiendo para qué necesitamos tiempo. De todas maneras no podemos salir de aquí.
Me miró con irritación.
-Eres exasperante.
Me acerqué a él, sentada en el murito de piedra.
-Cuando te conocí eras más amable –me miró con cara de incredulidad-. O más petulante. No lo sé.
Seguía fumando.
-No nos conocimos ayer, ya te lo dije. Y lógicamente, tenía que ser “amable”. Si te hubieras escapado a las primeras, habría sido un gran problema. Eres una mera herramienta.

Bufé.
-Sí que haces sentir a una chica querida. ¿Y cuántos años tienes?
-Eso no te incumbe.
Aparté unos mechones de pelo de mis ojos.
-Y… ¿Tu nombre real?
-As es mi nombre real. Y no más preguntas.

Una idea surgió en mi mente. ¿Cómo pude ser tan estúpida? As me conoce hace días, supuestamente. ¿Cómo es que nunca le pregunté de mis recuerdos? El debía estar conmigo.
-Bueno, As –mis ojos se veían inquisidores-. ¿Qué pasó en los tres días que no recuerdo?
Me miró con preocupación.
-Ese es el asunto. Lo último que recuerdo es que le ganaste a Parker, y festejaste pagando varias rondas de cerveza para todo el bar. Tenías un montón de dinero. Luego desperté en el callejón y caminé un rato hasta encontrarte nuevamente dormida en el cartón. El resto ya lo sabes.
-Vaya resaca. Aunque no me dolía la cabeza cuando desperté –repliqué.
Se bajó del muro y comenzó a caminar en círculos.
-Es porque dormiste muchísimo. Yo también. Y porque seguramente debes estar acostumbrada a beber.

No soy alcohólica, pero solía salir de fiesta con mis colegas del trabajo. O mis amigas. Y varias veces acabé borracha. 
Una vez salí con Jenna. Quedó mareada con unos sorbos de cerveza y terminamos volviendo a casa temprano.
Otra vez los recuerdos me dolieron. Jenna.

Esa noche me duché, y Laia me prestó un poco de su ropa.
Un sweater lila, una remera blanca a franjas azules y unos jeans azul oscuro bastante ajustados.
Puse mi ropa sucia en una mochila de Gwen que me dejaron. Al parecer As había decidido partir esa misma noche.
También puse en la mochila una linterna, un paquete de galletas saladas, dos botellas de agua, una baraja de Póker (eso fue idea de As), bastante dinero y una campera de abrigo.
Laia insistió en darnos dos sobres de dormir.
-Basta, no nos vamos de campamento –dijo As muy serio-. Tenemos cosas que hacer.
-Disculpa, señor ocupado. Esta chica –me abrazó con un brazo- necesita dormir. Tal vez tu no, con ese estilo de vida vampírico que te gusta llevar.
Reí por lo bajo.

-¿No podemos quedarnos a dormir y salimos temprano por la mañana?
-No, Claire. No me hagas amenazarte con el arma de nuevo –negó.
-Tú no vas a amenazar con un arma a nadie, As –Gwen sonó enojada.
-¿Entonces qué? ¿Claire se quedará aquí con ustedes a vivir por la eternidad? –As miró a Gwen, que miró hacia otro lado, preocupada. Evidentemente yo no le agradaba- No si quiere recuperar sus recuerdos.

Dicho esto, abracé a Laia y saludé con una sonrisa a Gwen, quien se mostró reacia a recibir un abrazo.
As de despidió alzando el mentón.
-Nos volverás a ver, Claire, calma –Laia era tranquilizadora. 
Me habían caído muy bien esas chicas. Incluso si Gwen me detestaba.

Caminando con precaución, As me guió a través de la noche, ya presente con su manto de estrellas.
¿Volveríamos a encontrarnos con chicos como Douglas, o podríamos cumplir los puntos en la lista de una vez por todas?

_________________________________________________________

¡Hola! Gracias por seguir leyendo, espero que la historia te vaya gustando.
Recordá votar y dejar comentarios :D ¡Ya llegamos al capítulo 10!
A la derecha un reciente dibujo de As que hice, espero no arruinar tu imagen mental xD.

Como un juego de Poker [En pausa].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora