Deuda por sangre [[Naruto Oc]]

La mujer mas hermosa

Beta: Eretein. (Gracias por tanto.) Además, ha publicado un fic de RWBY llamado Artificer. Dale amor.

Descargo de responsabilidad: Los personajes no me pertenecen, solo el Oc.

✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽

Era obvio que mi mente infantil no aceptaría cambios, incluso si Sakumo me aceptaba con los brazos abiertos. Pero aún así, tenía comida y un lugar para dormir.

En el fondo de mi mente, creía que de alguna manera estaba traicionando a mi padre. No era para menos. Solo sabía cuidar animales y caminar de puntillas cerca de mi padre.

Tenía vagos recuerdos de sentirme incómoda durante los primeros días. Mi habitación, la atención de Sakumo hacia mí e inclusive la luz gris del lugar me demostraban que no pertenecía.

Entonces, cuando pasaron tres días, decidí irme.

El hecho de mostrarme como un perro defensivo no le dejó indiferente a Sakumo. Que acorde a su personalidad, eligió darme mi espacio para adaptarme.

"Debieron haber visto a Hanare" decía cuando uno de sus compañeros le contaba una anécdota sobre sus hijos, "parecía un cachorro dispuesta a atacarte el cuello si te distraías."

Cuando Sakumo y Kakashi se fueron a su rutina de entrenamiento habitual, agarré mi osito de peluche, algunas latas de comida del armario y me fui.

Caminé por el pueblo. Mi objetivo era llegar a las puertas. Una vez allí, ya sabría cómo llegar a casa.

El complejo de Hatake no estaba tan lejos. Solo tenía que seguir un camino y doblar la esquina. Llegaría a la calle principal y saldría por las puertas.

Estaba buscando por todas partes, esperando encontrar las grandes puertas. Me encogí de hombros cuando me di cuenta de que la gente me miraba y los niños me señalaban.

Mi corazón latía contra mi pecho. Probablemente sabían que estaba huyendo y se lo dirían a Sakumo o a alguien de uniforme.

Aunque, ahora me había acostumbrado a las miradas de reojo. En ese momento, no me había dado cuenta.

No era común que la gente mirara a una chica con un color de cabello extraño.

Estaba tratando de colarme entre las piernas de la multitud, evitando carros y hombres uniformados, cuando choqué con las piernas de alguien.

Mi corazón latía contra mi pecho. Probablemente sabían que estaba huyendo y se lo dirían a Sakumo oa alguien de uniforme.

Aunque, ahora me había acostumbrado a las miradas de reojo. En ese momento, no me había dado cuenta.

No era común que la gente mirara a una chica con un color de cabello extraño.

Estaba tratando de colarse entre las piernas de la multitud, evitando carros y hombres uniformados, cuando choqué con las piernas de alguien.

—¿Estas bien?

Mis ojos se entrecerraron ante su voz. El sol calentaba mi rostro y el rostro de la persona estaba en la penumbra.

Solo distinguí su cabello rojizo.

La persona se inclinó y pude definir sus rasgos.

Vi a la mujer más hermosa que jamás había visto.

Sus ojos azules tenían un brillo juguetón y su mata de cabello rojo caía como una cortina mientras ladeaba la cabeza.

Asentí de nuevo. Mi estómago gruñó en protesta. Mi cara ardía. La mujer se rio.