Siempre se dice que el primer amor es inolvidable, ya que representa el primer gesto de ternura hacia alguien ajeno a la familia. También se afirma que el amor auténtico se limita a tres meses, transformándose después en aprecio y cariño.
Pero enton...
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Todo inició cuando lo mire a lo lejos llegar al pueblo en un carro bastante lujoso, sin duda era un niño de ciudad. Al principio pensé que tendría como vecino a un niño mimado pero, ¿cómo no pensarlo? Su casa era la más grande del pueblo, ¡incluso del mundo entero! La lujosa casa opacaba a todas las pequeñitas casas de colores brillantes de aquel lugar.
Pensé que mi vecino de enfrente sería un niño mimado y presumido de ciudad.
—Al parecer ya tenemos nuevos vecinos ggukie — pronunció su madre al momento de acercarse a la ventana por donde el pequeño Jungkook estaba asomando. Ella sonríe y coloca una mediana canasta llena de postres calentitos en las piernas del chico. — ¿Por qué no vas a darles la bienvenida? Escuche que tienen un hijo, podrías ir a hacer un amigo nuevo.
Lo primero que pensé en ese momento fue: «¿Por qué yo? No quería ser amigo de un niño mimado y presumido».
Refunfuñando bajo del sillón cercano a la ventana y sosteniendo la canasta fuerte entre sus manos camino hasta aquella gran casa de bonito jardín frontal; miro alrededor unos segundos logrando ver el camión de mudanza aun lado y al otro lado un carro negro muy elegante.
Quería hacer esto rápido, así que, después de cruzar la calle corriendo, se colocó a un lado del carro negro justo cuando una señora muy bonita y elegante bajo del automóvil.
—Buenos días, jovencito, ¿Se te ofrece algo pequeño? — Claro que en ese momento él planeaba responder: “Sí, mi madre le envía esto” y salir corriendo. ¡Juro que lo iba a hacer! De no ser porque de aquel auto negro salió una cabecita rubia llena de rizos, con mejillas rosadas, con ojos tan azules y claros como el mismo cielo.
Al verle tuvo un sentimiento extraño, como si todo se volviera lento a su alrededor, escuchando así solo sus latidos desacelerados del corazón y pensó «wow es el niño más bonito que he visto».
Sintió su estómago burbujear de forma agradable y las mejillas más calientes de lo usual, jamás había tenido esa sensación tan agradable. No entendía el porqué sus ojos azules le hacían sonrojar y acelerar el corazón.
«Juro por dios que cuando me sonrió fue la cosa más hermosa que pude apreciar.»
Hasta su ridículo traje de marinero lo hacía ver precioso y adorable, las flores alrededor quedaban opacadas por aquel niño bonito.
Se sentía tan hechizado por él.
—¿Jovencito? ¿Te encuentras bien? — dice con voz preocupada la Señora Park al momento que coloca su suave mano en la frente del niño. Jungkook se movió hacia atrás rompiendo por completo su burbuja.
— Ohm, uh, yo…—Sentía su voz temblar como nunca antes, sin embargo; aun así, no entendía el porqué aquel sentimiento le provocaba querer sorprender a ese niño bonito. «Lo siento mamá, por tomar el crédito que te pertenece por hacer las galletas». —Mi mamá me ayudo a hacer estas galletas para ustedes, somos los vecinos de enfrente —Pronuncia orgulloso de su respuesta.