Siempre se dice que el primer amor es inolvidable, ya que representa el primer gesto de ternura hacia alguien ajeno a la familia. También se afirma que el amor auténtico se limita a tres meses, transformándose después en aprecio y cariño.
Pero enton...
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Tal vez Jimin se había emocionado demasiado por aquella misteriosa caja de chocolates que fue dejada en su casillero la semana pasada; pues nunca nadie le había hecho algo igual o incluso una carta declarándole sus sentimientos.
Lastimosamente, aquella caja de chocolates estaba sin ningún nombre, por lo tanto, Jimin no pudo dar su respuesta a tal confesión, por lo menos tenía una pista sobre aquella persona, y era que seguro quien le había dejado aquella caja se trataba de un chico.
Definitivamente, quería saber de quién se trataba, pero con esa única pista no podría hacer mucho. Pensativo soltó un suspiro mientras que sobre su libreta garabatea pequeños corazones rojos.
—Jimin, llevas suspirando cada cinco minutos, un suspiro más y me quedaré dormido en plena clase. — Comenta Taehyung acostándose sobre su libreta tratando de no cerrar sus ojos del sueño que le causaba aquel profesor de literatura.
—Perdón, es que…
— No puedes dejar de pensar en aquel chico que dejó la caja de chocolates, ¿no es así?
— Mnn —Afirma recargando su barbilla sobre sus manos y dice - Tengo curiosidad sobre quién podría haber sido.
— Bueno, le gustas a un chico, así que piensa ¿Con qué chico tienes una amistad tan profunda que puede que este se haya enamorado de ti?
Jimin suelta su lápiz y de forma temblorosa con ojos de cachorro mira a Taehyung confuso. Ambos chocan miradas provocando que las mejillas de Taehyung se sonrojaran.
— ¡N-No! ¡Iugh! ¡No puedes pensar que fui yo! ¡Jimin eres casi como mi hermano! —Ríe abochornado mientras oculta su rostro entre sus manos.
Jimin sonríe para a sus adentros de forma traviesa y comienza a fingir vergüenza mientras dice —Bu-Bueno, si fueses tú quien dejo esa caja… No me negaría a tu confesión… —Finge timidez mientras Taehyung se volvía tan blanco como el color del papel. Oh, realmente se lo había creído. —¡Ah! ¡Era broma! ¡Jamás podría enamorarme de ti! ¡Eres como un hermano mayor para mí!
Ambos se miran con cierto desagrado al pensar que entre ellos podría haber algún amorío; sin embargo, llegan a la conclusión que eso jamás podría pasar, por el simple hecho de que ellos no se imaginaban teniendo algo más que una simple y gran amistad.
Puesto que como bien habían dicho, se sentían como hermanos.
—En fin, como sea, de todas maneras no hay otro chico aparte de ti por el cual tenga una amistad profunda, de hecho podría decir que mi amistad con los demás chicos se define en un “Hola y Adiós”
— Yo tampoco puedo imaginar quién fue capaz de enamorarse del enano del bosque
Jimin le da un golpe suave con su cuaderno mientras exclama un - ¡Hey! —De alguna manera sentía que debía defenderse — Pues para tu información mi estatura no es tan baja, si lo fuese ninguna chica se me confesaría —habla con indignación.
