Siempre se dice que el primer amor es inolvidable, ya que representa el primer gesto de ternura hacia alguien ajeno a la familia. También se afirma que el amor auténtico se limita a tres meses, transformándose después en aprecio y cariño.
Pero enton...
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Al principio no sabía que le esperaba de aquel pequeño pueblo; pues en su corta vida jamás había ido a un lugar como lo era ese, tan colorido y cálido. En la ciudad, la vida parecía siempre ir con prisa, personas corriendo de un lugar a otro día y noche sin descanso.
Pero eso sí, tenía bastantes amigos agradables y su hogar era bastante acogedor.
La razón por la que se encuentra dentro de un amplio carro negro es debido a que sus padres decidieron darse un tiempo alejados de todo el ruido que involucra la ciudad.
Debe de admitir que sentía emoción al conocer y próximamente vivir en ese sitió, pues su madre siempre le contaba sobre las grandes historias mágicas que han envuelto aquel espacio.
Ciertamente, la gran mayoría de personas dicen que aquellas historias no son reales y solo son inventos para que los niños siguieran con su inocencia e imaginación, creyendo en el amor verdadero e inocente. Sin embargo, los más viejos en el pueblo decían que esas historias eran reales, pero al final todo termina en un misterio.
Con esto en mente, a Jimin solo le quedaba imaginar una de las tantas historias que su madre le contaba sobre ese pueblo, si eran reales o no, no tenía importancia, pues él era feliz escuchando sobre ellas.
Después de pasar la entrada del pueblo, donde se encontraba un cartel grande con una caligrafía preciosa, el cual decía «Bienvenido a Boseong», es cuando por fin se podía apreciar la verdadera belleza que envolvía ese mágico lugar; casas de colores, pasteles, había por todas partes, enormes árboles se mostraban orgullosamente a los alrededores, gente yendo en bicicleta a todas partes, señoritas muy bonitas caminaban con elegantes y sencillos vestidos de tonalidades cálidas, pero lo más magnífico se encontraba detrás de todas aquellas casas, pues al fondo se podían apreciar las grandes montañas aún cubiertas por nieve y neblina.
Sin duda aquella vista lo dejo maravillado, se sentía dentro de un cuento de hadas, era un pueblo que parecía atrapado en el tiempo. Personas viviendo en un mundo atrás, pero manteniéndose modernas a su manera.
— ¿Te gusta la vista Jiminie?
— Es muy bonita — responde anonadó por lo hermoso que era aquel lugar.
En ese momento la ciudad ya no le parecía tan interesante, pues ahora solo sentía la curiosidad de explorar todo el lugar.
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