Esa noche el niño se desveló de madrugada. No hacía más que darle vueltas a todo, y a lo que había querido hacer esa tarde pero no había podido. Quizá tendría que pensárselo mejor, visitar de nuevo la casa del herrero en busca de algo más que pudiera servirle. Entonces se acordó de lo que dijo el bibliotecario durante la comida grupal que hicieron y pensó que quizá por la mañana le visitaría... Aunque no sabía muy bien dónde dejaría los libros en caso de que se los diera.
Dio una vuelta en la cama, poco después dio otra. Tantas cosas estaba pensando, que no se podía dormir. La emoción empezó a adueñarse del niño, que empezó a pensar en ir a la casa del herrero esa misma noche, a buscar libros e incluso a practicar algunas cosas que había leído la otra tarde.
Incapaz de contenerse, se desarropó con cuidado de no despertar a su padre y, con la intención de marcharse se levantó, pero un destello le detuvo. Tras el destello, una lluvia torrencial.
El niño maldijo para sus adentros. ¿Por qué tenía que pasar en ese momento?
El hijo del cartógrafo se fue a dejar caer en la cama otra vez, con abatimiento. Menudo aburrimiento, había pasado el día entero sin salir de casa y por la mañana le tocaría quedarse con su padre otra vez. Quería salir y no encontraba el momento.
Volvió a mirar por la ventana con frustración, para su desgracia, tendría que esperar. Entonces el niño distinguió en la oscuridad la figura del gólem, que como siempre, estaba junto a la ventana de la casa, debajo de la lluvia. Se volvió de golpe hacia allí, haciéndole gestos al gólem para que se quitara de ahí y se pusiera a cubierto.
No hacía más que repetirle que no hiciera esfuerzos, pero él no hacía más que quedarse a la intemperie cuando llovía. Así, solo le quitaba tiempo al niño, tiempo que necesitaba cada vez más. Definitivamente, al día siguiente tendría que hacer algo.
Tanto insistió, que el gólem al final acabó por hacerle caso, yéndose un poco más allá, hacia la zona de intercambio. Se puso bajo un tejado y allí se quedó, preguntándose qué hacía el niño despierto a esas horas y esperando que no se le pasase por la cabeza salir.
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Lᴀ ʀᴏꜱᴀ ᴅᴇʟ ɢóʟᴇᴍ ᴅᴇ ʜɪᴇʀʀᴏ 「Minecraft」
Fiksi Penggemar«Las rosas rojas que dejan los gólems de hierro al morir, son aquellas que no pudieron regalarles a los niños que quisieron ser sus amigos.» ▶Esta historia está basada en la teoría que subió Warfredone a su canal de Youtube sobre los gólems oxidados...