Epílogo

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Las clases habían terminado, ya era hora de ir al pabellón y conocer al chico misterioso de las notas. No voy a mentirme a mi misma, en el fondo tengo miedo de que sea una broma y que solo quieran humillarme y destruirme para que vuelva a ser como era antes. 

Cada paso que doy, me hace pensar más y más en quién podrá ser. Casi sin darme cuenta ya había llegado y era hora de entrar. 

El chico estaba de espaldas cuando yo entré, no sé que hacer, si hablar o esperar a que lo haga él, casi cono una señal divina, el chico se dio la vuelta y no pude contener mi asombro al descubrir quién era. Era Ángel, el chico más temido y uno de los más populares de la escuela. 

Ángel: Hola Ana, antes de decir cualquier otra cosa, por favor no te vayas, quédate. Escúchame y luego haz lo que desees. No te lo impediré.

Yo: De acuerdo. 

Ángel: No sé como, ni cuando exactamente o tal vez si lo sepa y no quiera decírtelo por miedo a tu respuesta. Lo único que sé con seguridad, es que te quiero, haría todo por ti. 

Tantas veces he querido acercarme a ti y decírtelo, pero me daba miedo, sé que suena ridículo viniendo de mi, pero el miedo me consumía por dentro, no sabía si era o no capaz de aceptar tu rechazo y mucho menos verte todos los días. 

Me siento culpable por no haberte ayudado mucho antes, a ti y  a los demás, tú sabes como soy y la reputación que tengo, aunque esta última me ha dejado de importar con el tiempo. 

Sabes, me daba mucha impotencia ver como chicas y chicos maravillosos sufren el silencio los ataques verbales y físicos de sus compañeros. Reconozco que desde que me he estado interesando por ti y a la vez enamorándome, he de decir que he reflexionado muchísimo, sobre muchas cosas. 

Y una de ellas es saber a que me quiero dedicar y todo eso te lo debo a ti. Porque tú me lo has enseñado. Gracias a ti, en todos y cada uno de los aspectos, he podido mejorar como persona y he sabido valorar y apreciar las cosas que de verdad importan. 

Sea como sea, me encantaría estar en tú vida, a tu lado. Me has calado muy adentro, tan adentro de mi mismo que ni siquiera sé donde está el final de mis adentros. 

Simplemente te quiero, te amo, dará todo por ti. 

Jamás en mi vida había sentido esto por nadie, tú eres esa persona especial, la única que ha logrado dejarme enganchado. 

Y creo que eso es todo.... podría decir muchas cosas pero tampoco quiero abrumarte con tantas cosas.

Ana: Wow, sinceramente no sé que decir jeje. 

Simplemente gracias por todas y cada una de tus palabras, han sido preciosas, me han llegado al corazón.

Si voy a darte una oportunidad, vamos a conocernos poco a poco. 

No puedo rechazarte cuando has movido todo mi mundo y has sido la persona que ha puesto todo patas arriba y por último y no menos importante me has echo sr la persona que soy ahora, me has dado autoestima, me has animado, día a día, sin importar nada más que yo. 

Me has dado tu corazón en cada una de tus cartas. Como negarme a eso. 


Ángel: Muchas gracias de verdad, te juro que no te vas a arrepentir jamás.



Años más tarde.....


Hace años le di una oportunidad a Ángel, y cada día de nuestra vida juntos me ha demostrado que es lo mejor que pude hacer. 

Hoy en día seguimos juntos y más enamorados que nunca. 

Hemos tenido momentos muy difíciles pero con paciencia y amor lo hemos superado.

Doy gracias  a todo lo que exista allá en el cielo, ya sea el destino o dios, una casualidad o mi futuro, sea lo que sea, le debo todo. 



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