Acostada en mi cama con mis brazos extendidos a los lados, llevo mirando el techo por horas, recordando, imaginando escenarios en mi cabeza... Completamente absorbida por mis pensamientos, mis lagrimas se derraman por todo mi rostro, mi demacrado y ojeroso rostro. Sigo preguntándome ¿Esto es real? ¿Esto que siento es real?. Mi cuerpo se siente adolorido, cansado y paralizado, lo único que quiero es estar acostada en mi cama, sin salir de estas cuatro paredes. Mi mente esta ida, perdida, tan adormecida y con tanta carencia de energía.
Cierro mis ojos por unos segundos, los abro lentamente mientras giro mi cabeza hacia mi ventana, la luz dorada entra por ella, me concentro en como la luz hace que pueda ver el polvo del aire, moviéndose lentamente... Muevo mis brazos hasta que mis manos quedan en mi abdomen, empiezo a parpadear lentamente y siento como el precio del insomnio por días me consume poco a poco. Unos metros más y llegaré al final.
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Escucho a lo lejos dos sonidos secos y algo rápidos, los ignoro pero después de unos segundos se repite el sonido, abro tan lentamente mis parpados que en el proceso casi vuelvo a cerrarlos. Me levando un poco de la cama, miro a mi alrededor y escucho con atención, silencio es lo único que hay en todo el departamento, me acuesto otra vez con la intención de volver a dormir pero siento como vibra mi celular en la mesita de noche, frunzo el seño y lo tomo estirando todo mi brazo, cuando veo la pantalla me doy cuenta que es una llamada y es de Edmond, respiro hondo, me siento en mi cama y ruedo los ojos aun cuando el celular sigue vibrando en mi mano, contesto.
-Hey Edmond ¿pasa algo?- Trato de sonar lo menos grosera y cortante que puedo, en serio no quería hablar con nadie ni ver a nadie y estoy segura que me habla para preguntarme por que no fui a la universidad hoy, aunque tampoco fui a trabajar poniendo de excusa que estaba enferma.
-Ailish, podrías abrir la puerta por favor, estamos a fuera de tu departamento hace como 20 minutos, te esperamos- No, no y no.
Me levanto de cama demasiado rápido y al poner lo pies en el piso siento como me vista se nubla y se vuelve negra por unos segundos, cuando mi vista vuelve me cambio rápidamente con un pants, una sudadera y unos tenis, con una liga me hago un molote en la nuca y voy al baño y sin mirar mi reflejo lavo mi rostro, lo seco y salgo del baño, Espera... dijo "Te esperamos", ¿Están todos allá fuera? Mierda.
No tengo ánimos de esto pero aun así me acerco a la puerta principal con lentitud, escucho algunas voces y cuando estoy justo detrás de la puerta Edmond dice "No ha de tardar, tranquilas", en ese momento abro la puerta rápidamente antes de arrepentirme.
Scarlett, Morgan, Edmond y yo nos encontramos en la sala sentados con pizza, nieve y café en la pequeña mesa del centro, los miro a los tres y hablo.
-No quiero ser grosera pero, ¿por que están aquí?- hablo rápido y en cuanto termino bajo la mirada.
-Nena yo sé que no te sientes bien, aunque no lo digas... Además no fuiste a la universidad hoy y cuando fuimos a buscarte a la cafetería nos dijeron que habías faltado por que te sentías mal, así que...- Dijo Scarlett con su tono de voz preocupado pero a la vez suave.
-Quiero que sepas que no es la mejor decisión quedarte encerrada aquí sola Ailish, solo hace que sientas peor. Te queremos mucho y por eso mismo estamos aquí, para ayudarte- Morgan sonaba frustrada pero fue la primera que se paro de su lugar y se sentó a lado de mi para tomar mi mano, cerré los ojos con fuerza, no quiero que me vean llorar otra vez.
-Y sabemos exactamente que hacer pequeña- Hablo Edmond poniéndose de pie, dándome una de sus cálidas sonrisas y al mismo tiempo sacude las llaves de su carro.
¿Adonde carajos vamos?, no quiero saber ni tampoco quiero ir, aunque realmente no me molestaría perderme un poco más.
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