¿Qué pasaría si los personajes de The promised neverlad vivieran en un mundo normal? ¿tendrían problemas? ¿serian felices?
Bueno esta historia nos cuenta la historia de distintos personajes de TPN, centrándonos más en T/N una chica que al mudarse d...
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"¿Estoy volando?"
Sentía mi cuerpo caer, el viento golpeaba con fuerza mi cuerpo mientras este no reaccionaba. Al abrir los ojos me encontraba parada en un lugar desconocido donde estaba vestida con un enorme vestido, a mi alrededor había un montón de flores de distintos colores, las cuales hablaban.
- ¡he, apártate de mi lado!
- ¡Cubres el sol con tu enorme cuerpo!
- ¡fucking humana!
Intenté ignorar sus insultos, al darme la vuelta me encontraba sobre un enorme pastel de fresa, el olor que brotaba de esté era agradable.
Mis pies estaban melosos y llenos de crema pastelera, arrastres mis pies alejándome de allí, observé como un oso que arrojaba golosinas de su boca se acercaba a mí, al intentar huir de él llegue a la escuela, donde el profesor Yugo me entrego un monto de papeles que serían el examen.
Eran muchas preguntas, probablemente reportaría, rápidamente los papeles fueron arrojados dentro de una enorme olla de fuego la cual era movida por Ray que parecía tener una enorme sonrisa, luego intento lanzarse sobre esta pero Emma y Norman lo arrastraron hacia los demás.
Nat empezó a tocar una melodía divertida, rápidamente las luces se apagaron y se prendieron centrándose en una clase de teatro.
De las cortinas rojas que cubrían el escenario salieron unos pequeños animales de caramelo, se acercaron a Emma y se llevaron, Norman rápidamente se acercó a ellos y los extermino causando que Emma se enojara, pero luego lo perdonara. Ray aún tenía la idea de quemar la aldea de estos animalitos, a lo Emma se reusó ....
Sentí un enorme dolor en el cuerpo, abrí mis ojos apoyando mi cuerpo a la cama de donde había caído, mi cabello estaba despeinado y sacudí mi cuerpo.
- Que sueño más extraño. T/N las tareas te están volviendo loca –. comenté levantándome del suelo y observando la hora que marcaba las 09:23 de la mañana, faltaba aproximadamente 3 horas para ir a la escuela.
- ¡T/N levántate! – Gritó mamá algo enojada desde la cocina.
- ¡Ya voy! – respondí estirando mi cuerpo. Sali de la habitación colocándome los zapatos y bajé la escalera rápidamente – Buenos días - dije con una sonrisa, pero mi madre parecía estar algo molesta.
- No hay desayuno.
- ¡¿Qué?! – observé la mesa esperando que lo que dijo era una broma, pero no había nada.
