Shane Walsh

Sin suministros

Al ponerse el sol, todos los componentes de nuestro grupo se reúnen en la parte central del campamento. Daryl debería regresar pronto y, con suerte, no con las manos vacías. Así que preparamos nos preparamos una pequeña hoguera y nos colocamos alrededor de ella sentados sobre unas mantas. Merle fue quien rompió el silencio tranquilizador.

-Voy a ver por qué Daryl aún no ha regresado. Probablemente se esté meando en los pantalones por no estar allí con su hermano mayor para ayudarle.

Sin esperar respuesta, Merle se levanta de su asiento y se dirige hacia el bosque que tenemos a las espaldas, por donde Daryl se fue. Con Merle fuera, el grupo parece más tranquilo. Merle y Daryl son dos personas perfectas para este mundo invadido de caminantes, pero no son muy buenos conviviendo en grupo. A veces pienso que estaríamos mejor si se fueran.

Me senté junto a Lori, desde allí podía ver a Carl y a Sophia jugando a la cartas junto a la tienda de acampada de los Peletier. En ese momento, pienso en comentar con Lori cuál debería ser nuestro próximo destino, ya que no podíamos seguir en aquel campamento durante mucho más tiempo.

-¿Qué piensas de Fort Benning? Hemos probado a ir hacia Atlanta, que ya sabemos que está invadida. Y aquí la ayuda nunca nos llegará. Me gustaría ir a un lugar con cuatro paredes a nuestro alrededor, sería más seguro para todos nosotros.

-Lo que tú creas será lo mejor.

Lori me mira con una mirada llena de tranquilidad y dulzura que me hace estar seguro de lo que dice. Sin embargo, de repente, oigo como Dale grita a lo lejos. Me levanto del sitio rápidamente y me giro en la dirección de los gritos. Puedo ver que está mirando con los ojos de par en par a la entrada de su caravana.

-¡Ya no está!

-Cálmate, Dale, maldita sea. ¿Qué es lo que no está?

-¡Nada! La comida, la munición, las medicinas... ¡No hay nada! Acaba de desaparecer todo.

-Ese hijo de perra de Merle debe de haberlo cogido todo para ir a buscar a Daryl. ¡Glenn, Andrea, T-Dog! Coged vuestras cosas, vamos tras ellos.

Mientras entramos dentro de la caravana para comprobar la poca munición que nos ha dejado Merle, oigo como Lori me está insistiendo en que no vaya tras ellos.

-El bosque está demasiado oscuro, apenas tenéis munición. Y esos dos psicópatas probablemente hayan planeado esto para escaparse con todas nuestras cosas. No vayas tras ellos.

-Bueno, está bien. Entonces hagamos una fiesta de despedida y contemos historias junto al fuego para celebrar que se han largado con nuestras cosas.

-De acuerdo, pero ten cuidado por favor. No puedo hacer esto sin ti, Shane.

Cojo la poca munición que quedaba y me la guardo en la mochila. Le doy a los demás un arma para cada uno y, seguidamente, nos marchamos sin decir nada más. Mientras avanzamos en la oscuridad, tomo nota mental de nuestras armas y municiones.

Después de unos 45 minutos de caminar casi a ciegas por el bosque, mientras matábamos a un par de caminantes con el bate de béisbol de Glenn, T-Dog sugiere que regresemos al campamento. Fue una caminata larga, y apenas pudimos encontrar nada, así que estoy de acuerdo con él.

En el camino de regreso, sin saber por qué, empiezo a pensar en Rick. ¿Por qué tuvo que morir? ¿Por qué está muerto él y no yo? Él era mi mejor amigo y, para ser honestos, le echo mucho de menos. Y me siento culpable por ello. De un momento a otro, la voz de Andrea interrumpe mis pensamientos.

-Hey, Shane. ¿Cuál es el plan de ahora? ¿Podemos llegar a Fort Benning después de que nos hayan robado prácticamente todo lo que teníamos?—Andrea tenía razón. Quizás era hora de pensar en un plan b.

-No lo sé, ya estamos cerca. Descansemos por hoy y por la mañana lo discutiremos.

Cuando estamos cerca del campamento, el sonido de los disparos del francotirador de Dale nos detiene en seco. Nos quedamos parados unos segundos, hasta que empecé a correr a toda prisas hacia el campamento. Al salir de la oscuridad de los árboles del bosque, me quedo totalmente petrificado. El campamento estaba lleno de caminantes.

Había un montón de ellos por todas partes, y no podía ver a nadie. Tan solo pude ver como Dale estaba disparando desde el tejado de su caravana. Andrea corre hacia Dale, que está con su hermana Amy. Glenn y T-Dog se quedan boquiabiertos al ver lo que estaba pasando, y yo no veo a Lori y a Carl por ninguna parte.

Empiezo a correr por todo el campamento hasta que finalmente los veo a lo lejos. Lori está agachada detrás de mi Jeep, con Carl entre sus brazos. Rápidamente me lanzo a por ellos. Mientras corría hacia ellos, noto como alguien me agarra fuertemente las espaldas y tira de mí hacia atrás. Era uno de los caminantes.