Nuestra Manera de Pensar

Capítulo 2: Bienvenidos a Yuei

"No existe nadie con la autoridad para decirnos que ser, no existe nadie que pueda elegir nuestra manera de pensar, somos nosotros mismos los que elegimos como vivir, solo nosotros tenemos la decisión final, sin embargo, no es malo conocer, antes de escoger"

•

.

1 año después

El aterrizaje de un avión cortó el viento del aeropuerto y trajo consigo el típico sonido que anunciaba su llegada.

El viento soplaba levemente y la escalera metálica se comenzó a mover para quedar a la altura de aquella máquina voladora.

La figura de un hombre con aspecto escuálido, ojos azules y cabellera rubia se hizo presente en aquella zona de desembarco, esta persona miraba atenta la puerta de aquel avión, esperando con ansias que los chicos a los que había esperado descendieran pronto.

No pasó mucho tiempo antes de que se hiciera presente el ya tan conocido bullicio de los que el mayor podía considerar sus pupilos, sonrió, había extrañado bastante aquellas típicas conversaciones entre ambos, sin duda era bastante nostálgico.

—Buenos días jóvenes, que tal les pareció el viaje— el hombre de decrepita apariencia sonrió como mejor pudo y no tardó en escuchar la tan esperada respuesta.

—Del asco, hubiera preferido caminar hasta aquí— el gruñido de uno de sus pupilos se hizo presente y eso lo hizo recordar todo lo sucedido en ese año, sin duda había extrañado aquel carácter.

—JAJA, oh vamos, eso hubiera sido imposible— No pudo contener la risa ante el comentario de su pupilo, sin duda eran ambos un caso único.

—All Might tiene razón, hubiera sido imposible llegar caminando— después de haber estado en silencio desde su llegada, la dulce voz de la otra persona se hizo presente, y esta fue acompañada con su tan cálida y típica sonrisa.

—No me subestimes idiota, yo si hubiera podido llegar— El más alto de ambos jóvenes se cruzó de brazos e hizo una mueca de desagrado ante el comentario de su compañero, sin duda era un dolor culo, un hermoso y apetecible dolor de culo.

—Está bien, está bien, tú si hubieras podido llegar— El más bajo sonrió, el típico berrinche de su compañero se le hacía adorable, así que, sin poder aguantar las ganas, se acercó y depositó un tierno beso en su mejilla.

—No me andes dando besos si quieres caminar bien al menos esta semana— la sonrisa traviesa del más alto se hizo presente al igual que el sonrojo en el más bajo, sus miradas conectaron y se creó inmediatamente una burbuja que excluyó a aquel hombre rubio que había llegado a recibirlos.

—JAJAJA, la energía de los jóvenes es muy motivadora, ya tendrán tiempo después para hacer todo eso, por ahora es mejor que nos vallamos, sus clases están a punto de empezar— Tratando de evitar que la charla fuera más lejos de lo normal, el hombre, al que se le podía identificar con All Might, hizo presente su comentario para romper aquel momento intimo entre ambos jóvenes.

—¡A-All Might!, n-no es lo que cree— el más bajo de los dos jóvenes volvió a sonrojarse ante el comentario del mayor, tan ensimismado estaba en su plática con su compañero que por un momento olvido quien estaba con ellos, eso era realmente vergonzoso.

—Si es lo que cree All Might— El más alto no tardó en afirmar lo que el otro había negado, ver a aquel tierno omega al lado suyo avergonzarse de esa forma sin duda era lo mejor del mundo.

—¡E-eso no es cierto!— el más bajo giró su rostro avergonzado y encaró al alfa, pero fue esa sonrisa traviesa la que derritió sus defensas y lo dejó más expuesto a morir de vergüenza.