Nuestra Manera de Pensar

Capítulo 5: Juntos hasta el final

"No importa cómo estén las cosas, no importa los problemas que tenga que enfrentar, no importa si tenemos que luchar contra el mundo, lo que importa, es que estaremos juntos hasta el final."

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El incidente del "villano" que atacó la UA, fue un tema del que se habló mucho, los noticieros hicieron muchas especulaciones y pronto el nombre de los cuatro jinetes se escuchó por cada rincón.

Por otra parte, en la UA, los héroes profesionales investigaban las instalaciones constantemente para descubrir la forma en que aquel sujeto había logrado sabotear el sistema de seguridad, pero al no encontrar nada, llegaron a una sola conclusión, había un infiltrado, lamentablemente, al carecer de información no pudieron ir más lejos de aquella hipótesis.

Sin embargo, todo rastro de los cuatro jinetes quedó en el olvido, tras el anuncio del festival deportivo de la UA, mismo que ayudó a los héroes en centrar la atención de todas las personas en algo distinto y de esa manera poder evitar que el pánico crezca.

Qué mejor forma de olvidar un pequeño suceso que con algo más grande, eso era lo que pensaban los héroes y tenían completa razón, sin embargo, no esperaban que esa espada con la que querían combatir lo que se avecinaba, tuviera doble filo.

En los dormitorios de la clase 2-A ya todos se encontraban en sus respectivas habitaciones, eran aproximadamente las 10:00 pm y la mayoría cayó dormido a causa del agotador entrenamiento que llevaron durante el día.

Por otro lado, un peliverde se encontraba acostado en su cama sin poder dormir, tan solo faltaban 1 día para el festival deportivo, y la emoción de participar en ese torneo lo invadía, además de que ese día sería muy importante en su vida, pues en él se marcaría el fin de una larga espera.

Fueron los tres toques en su puerta lo que lo sacaron de su ensoñación y preguntándose quién podría ser a estas horas, se levantó de su cama y abrió la puerta.

Para su sorpresa la persona que se encontraba al otro lado era Katsuki, mismo que al parecer había caminado por los pasillos oscuros para llegar a su habitación.

—Kacchan... ¿Qué pasa? — El peliverde sonrió levemente, le alegraba ver al cenizo.

—No puedo dormir, así que vine a pasar tiempo con mi omega— Katsuki sonrió de lado y se acercó a depositar un suave beso en los labios del peliverde, quien se sonrojo por tan repentina acción.

No pasó mucho tiempo antes de que el rubio entrara en la habitación y se sentara al lado de Deku en el borde de la cama.

—¿Y porque no puedes dormir Kacchan?, ¿Tienes pesadillas?— Izuku preguntó inocente al cenizo, mismo que lo vio incrédulo.

—¿Enserio crees que yo podría tener pesadillas?— una sonrisa de superioridad apareció en el rostro de Katsuki—Yo soy la pesadilla de todos—

Izuku rió levemente ante lo dicho por Katsuki, sin duda ese alfa gruñón no cambiaría nunca y la verdad era que no necesitaba cambiar, pues para el peliverde, el cenizo era perfecto así como era.

¿Entonces porque no podías dormir Kacchan? — Katsuki se subió a la cama, se ubicó detrás de Deku y lo abrazo por la cintura mientras depositaba su barbilla en el hombro del peliverde.

—No puedo dormir por lo mismo que tu nerd— Katsuki ocultó su rostro en el hombro del menor y se deleitó con el aroma a flores que emanaba.

—Es por lo que se viene entonces, creí que yo era el único que se sentía así— El peliverde se acurruco más entre los brazos de Katsuki y obligó al rubio a que su rostro volviera a la posición inicial.