Capítulo 14: Historias del pasado parte 2

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"Agudiza tus sentidos, ve más allá de tus límites, despliega tus alas y pelea hasta el final, muéstrale al mundo, la sed de sangre que hay en ti"

.

Sed de sangre

Habían pasado ya dos meses desde el día en que Katsuki e Izuku decidieron aceptar la propuesta de Koro-sensei y partir con él al campamento de quirks para recibir un entrenamiento especial.

Durante ese tiempo muchas cosas sucedieron, mismas que ayudaron a que ambos chicos comenzaran con el proceso de aceptación y reconstrucción, para de esa manera poder proseguir con el arduo camino hacia el futuro que deseaban.

Las sorpresas no faltaron en esos meses, siendo la mayor de ellas, que el héroe número uno, el legendario All might, se volviera su tutor, y se encargara de entrenarlos físicamente para cuando llegue el momento de ir al tan misterioso campamento.

Los dos meses fueron bastante duros, pero a la vez entretenidos. Los constantes entrenamientos hicieron que ambos chicos llevaran sus cuerpos al límite y con la supervisión de All Might lograron obtener resultados.

Katsuki obtuvo las características cualidades de un alfa, su cuerpo se tonificó y su masa muscular aumentó, además adquirió más altura y desarrolló habilidades físicas que no cualquier alfa de su edad podría poseer.

Por su parte, Izuku, quien había sufrido casi todo el entrenamiento por su condición de omega, fue el que más cambiado se mostró. Su cuerpo adquirió más resistencia y fuerza, como también desarrolló una perfecta forma de omega, volviéndolo de esta manera más ágil y hermoso, llegando incluso a poder hacerle frente a Katsuki en una batalla cuerpo a cuerpo.

All Might estaba complacido, y no pudo evitar prever en ellos un futuro donde se volverían aún más fuertes, pues en solo dos meses adquirieron cualidades que a cualquier chico de su edad le costaría años, y eso fue posible gracias al gran esmero que le pusieron a su entrenamiento.

Fue con todas esas situaciones que ambos chicos lograron completar en esos dos meses su entrenamiento y llegar al tan esperado día donde partirían al campamento de quirks junto a Koro-sensei y All Might.

—¡Izuku!, apresúrate en bajar, Katsuki está esperándote afuera— Inko suspiro, hoy era el día donde su pequeño se iba de casa, naturalmente estaría demasiado asustada para dejarlo ir, pero, verlo tan feliz y confiado, le daba las suficientes fuerzas para aceptar la decisión que su cachorro había tomado.

—Ya voy— Izuku bajó corriendo las escaleras mientras cargaba su típica mochila amarilla en el hombro, al ver a su madre, no pudo evitar sonreír nostálgicamente y parar con su ida— Bueno, llegó la hora de irme—

Inko dejó escapar unas lágrimas, y mientras lo hacía se acercó a abrazar a su pequeño Izuku, a su pequeño omega que tantas alegrías le había dado, y que ahora partiría junto con su alfa destinado a empezar con su propio camino.

—Cuídate mucho Izuku, da lo mejor de ti, yo estaré aquí esperando ver el gran futuro que construirás— La peliverde abrazó con más fuerza a su cachorro, y este le devolvió el abrazo con la misma intensidad, pues sin duda le iba a costar un poco estar lejos de su mamá, pero era algo que tarde o temprano iba a pasar.

—Daré lo mejor de mí, te amo— dicho esto el peliverde le dio un beso en la frente a Inko y disolvió el abrazo, despidiéndose de esa manera de su hogar y partiendo de la casa que guardaba todas las historias de su niñez.

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